Pese al programa de vigías del espacio público, el desorden y la informalidad afectan gravemente a los comerciantes locales
A pesar del lanzamiento del programa de vigías del espacio público, el caos sigue reinando en esta zona turística de El Rodadero. Los comerciantes de esta importante zona turística padecen cada vez más por el incremento descontrolado de vendedores informales, lo que está poniendo en riesgo la sostenibilidad de sus negocios y afectando a numerosas familias.
Esta problemática se agudiza progresivament, ya que las autoridades encargadas y responsables de velar por el orden y el bienestar de la comunidad no están tomando las medidas necesarias y pertinentes. Los comerciantes y residentes de El Rodadero se sienten desesperados al no tener una solución eficaz.

Gustavo Giraldo, comerciante del sector, destaca que sus ventas han caído a menos del 50%, y que las autoridades no han sido efectivas en el manejo de esta problemática. «Son demasiadas las problemáticas que estamos presentando porque hay mucha mendicidad infantil, excesivo comercio informal de personas extranjeras y locales, venta de comidas por todos lados, y la playa está super llena de personas a las 2:03 de la mañana. Alquilan sillas, venden cervezas, hay gente en estado de embriaguez bañándose. Está desbordado el sector del Rodadero y por todo esto, nuestras ventas están por el 20%. Nosotros tenemos locales, pagamos arriendo, empleados, los altos costos de energía y las ventas no compensan», explicó Giraldo.
Los comerciantes señalan que los controles realizados son ineficaces debido a su horario limitado. «Están haciendo control, viene la gente, se esconde y cuando terminan de hacer los operativos, vuelven. No hay presencia constante de las autoridades, y hay muy poca policía en el sector, cuatro o cinco para más de 400 personas en la playa, sumando a los vendedores ambulantes. Lo ideal sería una presencia permanente del control del espacio público en El Rodadero», agregó Giraldo.
Los comerciantes y residentes de El Rodadero hacen un llamado urgente a las autoridades locales para que tomen medidas más efectivas y permanentes. La situación actual no solo pone en riesgo la viabilidad de los negocios locales, sino también la reputación de El Rodadero como un destino turístico seguro y atractivo. Es crucial que se adopten soluciones sostenibles que garanticen el orden y la seguridad en esta importante área turística.