Mayo 24, 1896: Se suicida el poeta colombiano José Asunción Silva

Terminó suicidándose lo que muchos atribuyen a los problemas financieros. Debía tanto dinero que tuvo que hacer poesía publicitaria para su local familiar, llamado Bohemia y pagó a un diario para que la difundiera.

Mayo 24 1896 Se suicida el poeta colombiano Jose Asuncion Silva

Si huía el azul del cielo, si hervía el fango en el suelo, ¿cómo aplacar su tristeza? Ah, fue tanta su aflicción que, en su desesperación se destrozó la cabeza contra el siniestro peñón.

¿Por qué se mató Silva? Poema de Julio Flórez 

En lo más abrupto y alto
de un gran peñón de basalto,
detuvo un águila el vuelo:
miró hacia arriba, hacia arriba,
y se quedó pensativa
al ver que el azul del cielo
siempre alejándose iba.

Escrutó la enorme altura
y, con intensa amargura,
sintió cansancio en las alas.
(En la glacial lejanía
el sol moría, moría
entre sus sangrientas galas
bajo la pompa del día).

Y del peñón por un tajo,
miró hacia abajo, hacia abajo,
con desconsuelo profundo;
el ojo vivo y redondo
clavó luego en lo más hondo…
y asco sintió del mundo
¡vio tanto cieno en el fondo!

Si huía el azul del cielo,
si hervía el fango en el suelo,
¿cómo aplacar su tristeza?
Ah, fue tanta su aflicción
que, en su desesperación
se destrozó la cabeza
contra el siniestro peñón.

El poeta colombiano, José Asunción Silva – nacido el 27 de noviembre de 1865- tomó el 24 de mayo de 1896 la trágica decisión de suicidarse a los 31 años de edad, disparándose un tiro en el corazón y teniendo a su cabecera el libro El Triunfo de la Muerte, de Gabriel D’Annunzio, 

Algunos, afirmaron que la causa de este terrible desenlace, fue la muerte de su hermana Elvira -ocurrida cinco años antes- por quien el poeta sentía tanta devoción, que muchos calificaron como de «amor incestuoso».

En el Diario El Espectador, en su edición del 15 de agosto de 1929, se cuenta que un amigo de Silva, llamado Daniel Arias Argáez, le dijo a un colega, que en el amor de José Asunción para su hermana había un poco, y quizás un mucho, de delectación estética, de admiración de poeta y de artista». Y agrega este detalle significativo: «Cuando ella iba al teatro, a un palco, él solía pasarse a la platea, para arrobarse en su hermosura, contemplándola desde lejos, como se contempla una estrella»  

Otros, lo atribuyeron a una especie de hastío existencial, entre ellos el español Miguel de Unamuno, quien hizo el prefacio del primer libro de Silva publicado en 1907, llamado Poesías, en el que dice:

En rigor la tortura metafísica fue la que mató a Silva. Silva canta como un pájaro, pero un pájaro triste, que siente el advenimiento de la muerte a la hora a que se acuesta el sol.  

Sin embargo, la versión más creíble es la de que las dificultades económicas, la ruina total y absoluta del patrimonio familiar que él se esmeró en tratar de restaurar y conservar, un almacén que vendía productos importados, fueron la causa de su decisión letal. 

El portal http://melanimsas.blogspot.com/ decribe lo siguiente:

Esta situación fue tan critica que, un año antes del suicidio, Silva le debía a doña Paz Martínez de Casalini, la dueña del local donde funcionaba el almacén, la escalofriante suma de 1890 pesos, por no haber pagado siete meses de arriendo.

Es más, en un desesperado intento por conseguir más clientes para ese almacén familiar llamado Bohemia, que ahora nadie parecía visitar, se convirtió en el pionero de los versos publicitarios, al pagar para que El Espectador le publicara este tema:

Bohemia es sin duda un almacén magnífico
Situado al principiarse la calle Florian
Esplendidos perfumes de las mejores fábricas
Lubín, Piver, etcétera acaban de llegar

Ahí hallareis el modo de no llegar a viejos
Con el jabón de almendras
Benjuí o Ilan Ilang
Y polvos para dientes y tintes para el pelo
Pomadas, pudre de Riz y muchas cosas…

Debió ser duro para el poeta salir del Nocturno para entrar en el prosaico mundo de la cuña publicitaria. El portal citado también cuenta el final:

Lo que es seguro, es que la estrategia publicitaria no funcionó y en la madrugada del domingo de mayo de 1896, cuando se dio el balazo en el corazón, José Asunción debía 208.975 con 61 centavos, repartidos entre 44 acreedores entre los que se destacaban amigos, bancos europeos y hasta su propia abuela. 

[Fuente: pepecomenta.com]