Magistrados definen que la investigación seguirá bajo la Sala Especial de Instrucción, a pesar del fuero diplomático del embajador ante la FAO.
La Corte Suprema de Justicia ha resuelto que el caso de presunto enriquecimiento ilícito que involucra al embajador ante la FAO, Armando Benedetti, permanecerá bajo la competencia de la Sala Especial de Instrucción, a pesar de sus funciones diplomáticas.
La decisión se tomó tras un exhaustivo análisis de la situación de Benedetti, quien, debido a su cargo diplomático, podría haber implicado que el caso fuera transferido a la Fiscalía para su investigación.
La corte ha argumentado que los presuntos hechos objeto de investigación ocurrieron durante el periodo en que Benedetti ejercía como congresista, lo que justifica mantener la competencia en este ámbito.
Este caso se inició cuando la Corte Suprema abrió una investigación por el presunto incremento injustificado de su patrimonio durante su mandato como senador. Sin embargo, al concluir su periodo en el Congreso, el proceso pasó a manos de la Fiscalía.
Tras su designación como embajador ante la FAO, la Fiscalía se declaró incompetente para continuar con el proceso. Asimismo, el magistrado César Reyes de la Corte Suprema también rechazó asumir la investigación.
Por tanto, la Sala Plena de la Corte Suprema, bajo la dirección del magistrado Francisco Ternera de la Sala Civil, tiene la responsabilidad de resolver definitivamente la competencia del proceso de Benedetti por supuesto enriquecimiento ilícito.
Además de este caso, el embajador enfrenta otras investigaciones en la corte, como la financiación de campañas electorales con fuentes prohibidas, delitos contra mecanismos de participación democrática y presunta intervención en la Fiduprevisora.