Inundaciones en La Mojana ponen en riesgo la industria ganadera, asegura Fedegán

En una reciente entrevista radial, Jairo Hernández Gamarra, presidente de la Federación de Ganaderos de Since y de las Sabanas, hizo un llamado urgente para abordar la emergencia que afecta a La Mojana. La ruptura de ‘Caregato’ ha provocado inundaciones en la región del San Jorge, el río San Jorge y La Mojana, afectando seriamente a los departamentos de Sucre y Córdoba.

Hernández Gamarra destacó que la sabana, conocida por ser seca en verano y predominantemente ganadera, alberga alrededor de 350,000 reses en Sucre. Durante el verano, unas 300,000 de estas reses se trasladan a las áreas de La Mojana y del San Jorge, que son inundables en invierno pero se secan en verano, convirtiéndose en playas.

“Actualmente, estas 300.000 reses de las sabanas del departamento de Sucre se encontraban en las zonas que están siendo inundadas por la ruptura de ‘Caregato’. Los ganaderos han tenido que salir apresuradamente de estas zonas para regresar a las sabanas, donde los pastos aún no se han consolidado”, explicó Hernández. Esta situación ha obligado a los ganaderos a regresar a las sabanas antes de que los pastos estén listos, complicando aún más la situación.

Además, Hernández señaló que, además de las 300,000 reses desplazadas de la sabana, las inundaciones también afectan a las reses de la región alta de La Mojana, estimando que unas 150,000 reses adicionales se están desplazando hacia las sabanas en busca de refugio.

Hernández Gamarra solicita que el Ministerio de Agricultura extienda los apoyos otorgados a los ganaderos de La Mojana a aquellos cuyos ganados también se encuentran en las zonas inundables. Propone que «el Gobierno compre la abundante yuca de la región a los agricultores y la suministre a bajos precios a los ganaderos que traen su ganado y no van a tener suficiente alimento para ellos”.

La crisis está teniendo un impacto significativo en la producción lechera, con una pérdida estimada de entre 300,000 y 400,000 litros de leche diarios, además de los costos adicionales de movilización y alimentación que los ganaderos deben asumir. “Es un llamado a la acción para evitar una crisis mayor en la industria ganadera de la región”, concluyó Hernández.