Por Orlando Andrade Gallardo
El ambiente de agradecimiento y simpatía que se respira en el suroriente del departamento con el anuncio del gobernador de llevar desarrollo vial a sus comunidades, debe ser recibido con beneplácito por todos los habitantes del Atlántico. Enlazar a varios municipios, corregimientos y veredas del sur, con La Cordialidad, es un gran avance en materia de infraestructura vial para el departamento, la costa y el país. El gobernador Verano anunció que la infraestructura de vías en el departamento, será integral, es decir que ninguna localidad quedará por fuera del Plan de Desarrollo durante su mandato. La inversión en la construcción de la carretera el Uvito en Santo Tomás, conectando con el corregimiento de Charco Lata, Sabanalarga, Baranoa y La Cordialidad, requiere de una gran inversión económica y favorecerá al campesinado que puede sacar sus productos a los mercados, con mayor facilidad.
El gobernador debe conocer las verdaderas necesidades de las comunidades locales, su experiencia acumulada en su tercer periodo garantiza que su gestión será exitosa y esperamos que ningún municipio sea ignorado, especialmente los ubicados en la zona turística, como Tubará, Juan de Acosta y Piojó. Doctor Verano, en su pasada administración, la comunidad del corregimiento de Cuatro Bocas, envió una petición al presidente Santos para que intercediera en la construcción de la vía terciaria Cuatro Bocas, Bajo Ostión, Puerto Colombia y el presidente la atendió y solicitó su colaboración. Sin ningún inconveniente autorizó el traslado de las máquinas amarillas al lugar, pero el encargado de administrarlas no cumplió sus órdenes y jamás llegaron. En la administración de la doctora Elsa Noguera persistimos sobre el mismo problema vial y con agradable sorpresa leímos la noticia en el Diario LA LIBERTAD de mayo 13 de 2020, que en el Plan de Desarrollo habían incluido una partida de 30 mil millones de pesos para la construcción de la citada vía terciaria y hasta la fecha desconocemos el destino del dinero. Señor gobernador, usted conoce esa zona y la importancia que representa la construcción de esos siete kilómetros para quienes la habitan y sería necio explicarlo. En esa misma época solicitamos la presencia de los funcionarios de las secretarías departamentales de Salud y sanidad ambiental por problemas de insalubridad y falta de alcantarillado. Con prontitud acudieron los inspectores de las dos secretarías en fechas diferentes e inspeccionaron varios hogares y el concepto fue igual, que no existía poza séptica, sino resumideros y al momento de elaborar las actas acompañadas con fotos, recomendaron que la única opción para solucionar el problema era la instalación del alcantarillado. Pasados varios años desde esas diligencias, la comunidad ha insistido en varias ocasiones sin respuesta alguna y el problema se agudiza cada año, especialmente en época de invierno. La gran mayoría de los habitantes de Cuatro Bocas aún conservan su vocación campesina, y es habitual observar el interés por cultivar las tierras que la obtienen en arriendo por dos años para sembrar yuca, ñame, maíz y otros productos que representan su sustento durante el año, pero no reciben ayuda gubernamental.
En esta temporada de siembra, los agricultores acuden a los vecinos de la población con algunas facilidades para que colaboren con semillas y otros elementos. En la comunidad de agricultores se evidencia el interés de agruparse en asociaciones y la semana pasada se reunieron 15 campesinos en la vivienda del suscrito en donde formularon estrategias. Posteriormente se reunieron donde uno de los socios y el número alcanzó a 40 y se conformó la junta directiva, que próximamente será legalizada. Señor gobernador, Cuatro Bocas carece de un centro comunitario para las reuniones no solo de los campesinos, sino para actividades multipropósitos como la artesanía que desarrollan las mujeres, incentivar la cultura, la recreación y otros eventos folclóricos.
Tubará es el tercer municipio más extenso del departamento con 176 kilómetros, 60 ocupadas en el área urbana, 17 de playas vírgenes y el resto rural, la gran mayoría sin explotar y en poder de foráneos que la tienen de engorde. Los campesinos carecen de tierras para sus cultivos y es inalcanzable adquirir una hectárea de tierra por sus precios, son más costosas que las tierras destinadas al cultivo del café, papa, algodón o yacimientos de oro, esmeralda y petróleo.
Señor gobernador, los campesinos de Tubará aspiran que la reforma agraria que presentará el Gobierno al Congreso de la República, al aprobarse los tenga en cuenta.