ECOPETROL ASUMIRÁ CONTRATOS PETROLEROS QUE NO SEAN EJECUTADOS.

POR Amylkar Acosta Medina

Con este titular de la revista Portafolio se anuncia por parte del Ministro de Minas y Energia la expedición, para comentarios, de una Resolución que se propone evitar los llamados contratos “perezosos”, para el calentamiento y desarrollo de áreas comprometidas en los mismos, en aquellos bloques asignados por parte de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).

Atribuyó la motivación del proyecto de Resolución que se propone activar bloques ya contratados por la ANH  asumiendo Ecopetrol los llamados contratos “perezosos” al afán del Ministro de Minas y Energia Andrés Camacho de detener la caída de la producción de crudo en el país y lo que es más encaminarse a su meta de volver al millón de barriles, sin dar pie atrás a la decisión del Gobierno de no firmar nuevos contratos de exploración y producción de hidrocarburos.

De hecho según informe reciente de la Agencia internacional de energía se proyecta para el 2025 una producción de 710.000 barriles/dia, para el 2026 680.000, para el 2027 650.000 y para el 2028 de 620.000.

Como es obvio, la única manera de revertir esa tendencia es incorporándole barriles a las reservas. La ex ministra Irene Vélez lo apostó todo al mejoramiento del recobro mejorado, mediante técnicas que permitan producir más con menos, pero las cifras no le dan la razón.

Ahora, en momentos en los que el número de taladros activos en el país, que ha caído un 34%, migrando a otros países como Guyana o Brasil, atraído por la febril actividad petrolera en esos países, se intenta con la estrategia de que Ecopetrol entre a suplir la “inactividad” de las empresas adjudicatarias para contrarrestar la caída en la producción.

En mi concepto, ello puede llegar a amortiguar la caída en la producción pero no a su incremento significativo, de manera que mientras no se firmen nuevos contratos de exploración y producción, como lo están haciendo todos los demás países que cuentan con reservas probables o prospectivas, a Colombia, dadas sus precarias reservas , que solo le alcanzan  para 7 años, la va seguir rondando el fantasma de la importación de hidrocarburos, así sea cierto que, como lo afirma el Ministro “ni más contratos garantizan más reservas, ni los mismos menos reservas”.

Lo cierto es que el éxito de la actividad exploratoria es un sortilegio, pues se rige por la lógica binaria de cero o uno. Nadie se puede llegar a ganar el baloto si no le apuesta. De manera que mientras más contratos se firmen la probabilidad de un hallazgo es mucho mayor que si no se firman. El Gobierno, en lugar de dar tantas vueltas, debería reconsiderar su negativa a firmarlos. Todo por el bien del país, al fin y al cabo el petróleo sigue siendo el primer renglón de exportación, la principal fuente generadora de divisas y de financiamiento tanto de la Nación como de las entidades territoriales. Huelga decir que el petróleo que no produzca y exporte Colombia no lo dejarán de consumir en el resto del mundo, otros países lo producirán y exportarán en su lugar. De manera que las buenas intenciones del gobierno de contribuir a la reducción de las emisiones de GEI para competir el Cambio climático se ven neutralizadas por la contribución a las mismas por parte de otros países. Nos terminamos quedando con el pecado y sin la gracia!