La repentina muerte de dos líderes clave en un accidente de helicóptero conmociona a Irán y deja al país en una profunda incertidumbre.
Este martes, Irán inició los actos fúnebres para despedir al presidente Ebrahim Raisi y al ministro de Asuntos Exteriores Hossein Amir Abdollahian, quienes fallecieron trágicamente en un accidente de helicóptero el pasado domingo. La inesperada pérdida de estas dos figuras prominentes ha sumido al país en un luto nacional y ha generado preocupación por el futuro político y social de la nación.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, ha decretado cinco días de duelo en memoria de Raisi, de 63 años, y Abdollahian, de 60. Ambos fallecieron cuando su helicóptero se estrelló en una zona montañosa cerca de la ciudad de Jolfa, debido a lo que se ha descrito como una «falla técnica». Las Fuerzas Armadas de Irán han comenzado una investigación detallada y han enviado un equipo al lugar del siniestro para determinar las causas exactas del accidente.
En Tabriz, ciudad cercana al lugar del accidente, miles de personas salieron a las calles bajo un cielo gris para rendir homenaje a Raisi, Abdollahian y las otras seis víctimas del accidente. Las escenas mostradas por las agencias de noticias iraníes capturaron a multitudes en duelo, muchas de las cuales llevaban fotos de Raisi y esperaban tras las barreras mientras se llevaban a cabo las procesiones fúnebres. El ministro del Interior y el presidente interino del país se encontraban entre los asistentes, destacando la magnitud de la pérdida para el liderazgo iraní.
Tabriz fue el escenario del primer acto oficial en memoria de Raisi, un clérigo conocido por su papel durante la Revolución Islámica y por su estricta represión de los manifestantes en su tiempo como jefe del poder judicial y posteriormente como presidente. Considerado por muchos como un posible sucesor del ayatolá Jamenei, la figura de Raisi era tanto respetada como controvertida en el panorama político iraní.
Mientras el camión que transportaba los cuerpos avanzaba por las calles de Tabriz, se pudieron ver escenas emotivas de dolientes tratando de tocar los ataúdes y llorando abiertamente. Sin embargo, también hubo sectores que no lamentaron su muerte, ya que veían a Raisi como un símbolo de la represión y la corrupción del régimen.
Tras la ceremonia en Tabriz, los cuerpos fueron llevados al aeropuerto, donde una banda militar acompañó el traslado de los ataúdes a un avión con destino a Teherán. Allí, dignatarios esperaban para rendir homenaje, según mostraron imágenes de la agencia Reuters.
El miércoles ha sido declarado día festivo nacional, y se realizarán oraciones y procesiones en Teherán. Dignatarios extranjeros asistirán a las ceremonias, incluyendo una delegación turca encabezada por el vicepresidente Cevdet Yilmaz y el ministro de Relaciones Exteriores. Sin embargo, el Kremlin ha decidido no enviar una delegación, según informó la agencia rusa Tass. El entierro de Raisi está previsto para el jueves en su ciudad natal, Mashhad.
En medio del duelo, las autoridades iraníes han tomado medidas para asegurar que el gobierno continúe operando con normalidad. Mohammad Mokhber ha sido designado presidente interino, mientras que Ali Bagheri Kani asumió temporalmente el cargo de ministro de Asuntos Exteriores. Además, se ha fijado el 28 de junio como fecha para las nuevas elecciones presidenciales.
Este accidente ocurre en un contexto de gran tensión para Irán, con una economía en crisis, un descontento público significativo y crecientes tensiones geopolíticas, especialmente con Israel. La muerte de Abdollahian complica aún más los recientes esfuerzos diplomáticos de Irán en la región, que buscaban fortalecer relaciones con países árabes y manejar los conflictos con Israel y Estados Unidos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán ha enfatizado que su trabajo continuará sin interrupciones, y Bagheri Kani ha mantenido conversaciones con sus homólogos de Jordania y Turquía para expresar condolencias y discutir la situación en Gaza. Sin embargo, en Gaza persisten dudas sobre la sinceridad de Irán en estos esfuerzos.
«Desde la perspectiva de los palestinos, Irán sólo se interesa por la causa palestina para sus propios fines», afirmó Faris Mahmoud al-Najjar, un herrero de Khan Younis en el sur de Gaza. «Sólo sirve para vendernos palabras a nosotros y a otras audiencias, pero mucha gente ya no lo cree».