Por Redacción Judicial
El uniformado Jaider Gregorio Amador Quessep de 32 años, era natural de Barranquilla, y tenía doce años y nueve meses en la Policía Nacional.
En su vinculación que inició en el 2012 hizo parte de la Dirección Nacional de Antinarcóticosen Tuluá (Valle del Cauca), pero en el 2020 fue desvinculado de la unidad por presunta falta de transparencia en su trabajo.
A raíz de su salida fue trasladado ese mismo año a la Policía Metropolitana de Barranquilla, donde actualmente custodiaba la Estación de Policía del barrio El Bosque.
De acuerdo con información de las autoridades, el hoy fallecido no registraba investigación disciplinaria; sin embargo, había sospechas de su presunta vinculación a bandas criminales en la capital del Atlántico.
Extraoficialmente se conoció que el ataque criminal estaría relacionado a “un ajuste de cuentas”.
Se estableció que Jaider Gregorio, también organizaba eventos de picoteros. Esta actividad extrema a su labor como uniformado entra en el radar de los investigadores para determinar si está relacionada con su asesinato.
Cabe anotar que el atentado se registró a tan solo pocos metros de la vivienda de su hermana, en la calle 94 con carrera 4A, barrio San Luis.
