Uno de los mejores cantantes del mundo, como lo definió la crítica universal. Con él ocurre lo que con casi todas las celebridades: una existencia en la que los mitos se confunden con la realidad
El 14 de mayo de 1998, falleció Frank Sinatra, conocido como La Voz, considerado como una de las figuras más importantes de la farándula mundial y de los cantantes más prestigiosos, respetados y apreciados no sólo en Estados Unidos sino en casi todo el orbe.
Grabó alrededor de 1300 canciones y es uno de los pocos artistas con tres estrellas en el Hall de la fama de Hollywood; recibió a lo largo de su carrera múltiples homenajes de toda índole, con diez Premios Grammy otorgados por la Academia de Artes y Ciencias de la Grabación y la Medalla de la Libertad concedida por el gobierno estadounidense.
La crítica musical de su país lo valoró como «el mejor cantante del Siglo XX» y fue invitado por varios candidatos -que después llegaron a ser presidentes de la nación – a hacer parte de sus campañas electorales.
Un personaje así, desde luego, es protagonista de numerosas situaciones –gran parte de ellas leyendas– por lo que no se puede afirmar con certeza qué es lo real y qué la ficción en su entorno.
Dentro de estas leyendas -o realidades, según se mire- está la historia de su expulsión de la Casa Blanca, muy a pesar de la estrecha relación amistosa que Sinatra sostenía con el presidente John F. Kennedy.
Se hicieron amigos en la década del 50 y en el 50 cuando Kennedy anunció su candidatura a la presidencia, llamó a Sinatra para que trabajara con él en la campaña. La influencia del cantante dada su condición de ser el artista más popular y que más discos vendía, sería de gran atractivo para los sectores sindicales..
Se habló entonces de que Sinatra había arreglado con el mafioso Sam Giancana para que éste y su asociación criminal, colaboraran con la campaña presidencial y conseguir que Kennedy obtuviera el favoritismo absoluto en los sindicatos, lo que le aseguró el triunfo en las elecciones.
Muchos no lo dan como cierto, pero lo real es que aún hoy se sigue hablando del tema, sobre todo porque –según afirma gran parte de la prensa– Robert Kennedy, hermano del presidente aportó algunas pruebas en contra del artista.
Pueblo País, una publiación estadounidense, cuenta en https://www.townandcountrymag.com/society/politics/a24443048/frank-sinatra-pat-kennedy-affair-jfk-handsome-johnny-book-excerpt/ que el Director General del FBI, John Edgar Hoover, reprodujo grabaciones de Kennedy en las que se oye a Giancana exigiendo que Sinatra influyera en la administración para aliviar un poco la atención de la multitud
En la charla salía a relucir una supuesta aventura romántica que el cantante mantenía con Pat, hermana de Kennedy. De manera inmediata, Sinatra fue expulsado de la Casa Blanca.
En la película El Padrino, Parte I, aparece un personaje a quien Mario Puzo llama Johnny Fontana, de quien muchos aseguran que no es más que la visión de algunos episodios en la vida de La Voz
Este Fontana, tuvo algunos problemas en la voz y por eso, tal como el cantante en la vida real, veía en peligro su carrera profesional. Para salir del tropiezo, quería conseguir un papel estelar en una película, que el productor se negaba a concederle.
Fontana pide ayuda al Padrino, Vito Corleone y este lo ayuda valiéndose del recurso de amedrentar al productor matándole un caballo y colocando la cabeza del animal en el lecho del individuo.
Esta situación en apariencia de ficción, la experimentó en la vida real Frank Sinatra en la vida real con el director de orquesta Tommy Dorsey, de quien se dice que al final fue «convencido por un mafioso llamado Willie Moretti de ayudar al cantante».
¿Coincidencias? ¿Ficción? ¿Realidad? Muy difícil establecerlo, pero de todas formas La Voz -o Los Ojos, como también era apodado Sinatra- siempre procuró que lo mantuvieran lejos, muy lejos de la película.
[Fuente: pepecomenta.com]