“Ser madre es volvernos valientes y esforzadas”: Mayerly Cortés

Redacción Sociales
LA LIBERTAD

Las mujeres se han destacado a lo largo de la historia en una multitud de roles y profesiones, mostrando su admirable versatilidad. Sin embargo, entre tantos desempeños, hay uno que resalta por su trascendencia y excelencia: el papel de madre, que representa un acto de amor inigualable y una labor que, sin importar las circunstancias, ejercen con dedicación y maestría.

Un claro ejemplo de ello es la Subintendente de la Policía Mayerly Yohana Cortés, quien se convirtió en madre hace 7 años y desde entonces asegura vivir la aventura más retadora de su vida, la cual combina con los desafíos diarios de proteger a la ciudadanía.

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Su título de madre, considerado para ella el más importante de todos, se lo otorgaron sus gemelas Isabella, con parálisis cerebral espástica, y Gabriela, dos hermosas niñas que llegaron a enseñarle la gran capacidad que tiene para sobreponerse de las adversidades y sobre todo, el valor del amor, la entrega y empatía.

“Para mí ser madre es algo muy especial, es algo que me ha enseñado a ser más fuerte, más paciente, más bondadosa, tener más empatía, ponerme en el lugar del otro. Ser madre es volvernos muy valientes y esforzadas, y todo esto lo generan solo nuestros hijos”, dijo Cortés en una entrevista con Diario LA LIBERTAD.

A pesar de ser consciente de que al quedar en embarazo su vida tomaría un giro de 360 grados, convertirse en madre siempre fue uno de sus grandes sueños. Al enterarse que se trataba de dos nuevas integrantes, sus emociones se desbordaron en un torrente de alegría, temor y gratitud, que debía asumir con el mayor compromiso posible.

“Yo siempre había soñado con ser madre de dos, y que Dios me regalara gemelas fue una total bendición. Nada ha sido sencillo, mis hijas nacieron muy prematuras, enfrentamos momentos duros en la clínica, episodios de desesperanza, de tristeza, y es imposible acordarme y no revivir todas esas emociones que en el algún momento me quebrantaron”, dijo muy emocionada la Subintendente.

La idea de criar a dos niñas, una de ellas con necesidades especiales, le ofreció un nuevo sentido de propósito y determinación, uno que a diario saca su mejor versión y que le permite abrazar su papel de madre con una pasión que se renueva a través de la sonrisa de sus pequeñas.

Una travesía especial

Con el apoyo incondicional de su madre, quien se ha convertido en su mano derecha y principal cuidadora de las niñas debido a que es mamá soltera, Mayerly ha logrado encontrar un equilibrio mientras se desempeña como policía en el Grupo de Protección al Turismo y Patrimonio Nacional. Sin embargo, los retos son diarios y los días difíciles aún no terminan.

Si bien nada es sencillo, encuentra formas creativas de también dedicar tiempo y educar a sus hijas. Desde las primeras horas de la mañana, cuando prepara el desayuno y organiza el día de las niñas, hasta las noches, cuando comparte momentos especiales con ellas antes de dormir, siendo esta su mejor parte del día.

“Es muy duro no poder estar 24 horas con ellas, así como también es duro ver a mi madre agotada por el esfuerzo que hace día a día al apoyarme a mí y a mis niñas. Ahora mismo no contamos con los recursos suficientes para que alguien más nos ayude, pero las ganas de superarnos en familia lo son todo”, agregó.

Desde terapias físicas y hasta consultas con especialistas, Mayerly se asegura de que Isabella reciba la atención y el cuidado que necesita para desarrollarse y tener una mejor calidad de vida, pues ahora sus anhelos se concentran en verla poder dar sus primeros pasos de la mano de su hermana Gabriela y seguir disfrutando juntas de sus planes favoritos.

“Yo sueño y le pido mucho a Dios que me permita ver a mi hija caminar, porque a pesar de su diagnóstico ella hace cosas que me demuestran que es capaz de todo. Su sonrisa es algo con lo que me despierto todas las mañanas, recordándome que vale la pena seguir siendo valiente”, sostuvo Cortés.

La alegría y la lucha, son las dos realidades que Mayerly ha tenido que experimentar en carne propia al mismo tiempo durante la maternidad, y que han dejado en ella lecciones profundas sobre el verdadero significado del amor y la fortaleza.

Su mayor logro como madre cuenta que se manifiesta en su increíble fortaleza y dedicación para asumir los desafíos que esta realidad le presenta. En medio de las dificultades abrumadoras, encuentra la fuerza en el amor incondicional que siente por sus hijas y en la gratitud por la oportunidad de ser su guía y protectora en esta vida.