El legendario salsero puertorriqueño, Willie Rosario, alcanzó un hito histórico este lunes al celebrar su centenario rodeado de su amada familia y con la misma pasión que lo ha caracterizado a lo largo de su ilustre carrera musical.
Nacido el 6 de mayo de 1924 en Coamo, Puerto Rico, Rosario comenzó su travesía musical como miembro del Conjunto Coamex, donde descubrió su amor por el timbal, inspirado por el legendario Tito Puente. Su talento lo llevó a Nueva York, donde pulió su arte bajo la tutela de Willie Rodríguez y se unió a la orquesta de Johnny Seguí antes de regresar triunfante a su tierra natal.
A pesar de los desafíos físicos que la edad trae consigo, Rosario continúa deslumbrando al público con su música, demostrando una vez más que la verdadera pasión no conoce límites.
Su reciente concierto en el Coliseo de Puerto Rico, donde compartió escenario con luminarias como Gilberto Santa Rosa y Tony Vega, fue un tributo al poder transformador de su arte.
La innovación siempre ha sido una marca distintiva de la música de Rosario, quien revolucionó el género al integrar el saxofón barítono en su orquesta, creando un sonido único que ha perdurado por más de seis décadas. Su legado trasciende fronteras, siendo la primera agrupación de salsa nominada a un Grammy anglosajón en 1987.
Willie Rosario, más que un músico, es un tesoro viviente. En su centenario, se celebra no solo a un artista extraordinario, sino a un símbolo de perseverancia, creatividad y amor por la música que seguirá resonando en los corazones de generaciones venideras.