En una dramática muestra de desesperación, conductores de empresas de transporte público en Barranquilla se han lanzado a las calles en una protesta masiva, enfrentándose a la negativa del director del Área Metropolitana de Barranquilla (AMB) de otorgarles las tan necesarias tarjetas de operación. Esta decisión, tomada por las autoridades locales, ha sumido en la incertidumbre a cientos de familias cuyo único sustento económico proviene del trabajo de un padre conductor.
La situación se ha vuelto aún más tensa debido a la reciente negativa de las empresas de buses de pagar el Fondo de Estabilización Tarifaria (FET), sumado a la demanda de implementar el Sistema Integrado de Transporte Público (SIBUS). Este cúmulo de circunstancias ha exacerbado las tensiones entre las empresas de transporte y las autoridades locales, dejando en el aire el futuro de los conductores y sus familias.
La movilización, que ha congregado a conductores de diversas empresas, se está llevando a cabo en las afueras de las oficinas del Área Metropolitana de Barranquilla, ubicadas en la concurrida carrera 51b con calle 80. Los manifestantes exigen una pronta solución a este conflicto que amenaza con paralizar por completo el servicio de transporte público en la ciudad.










Mientras tanto, los líderes sindicales han hecho un llamado urgente a las autoridades locales y regionales para que intervengan y encuentren una salida justa y equitativa a esta situación, que no solo afecta a los conductores y sus familias, sino también a miles de usuarios que dependen del transporte público para desplazarse en su vida diaria.
Esta crisis pone de manifiesto la necesidad de un diálogo constructivo y una acción coordinada entre todas las partes involucradas para garantizar un servicio de transporte público eficiente y sostenible, que responda a las necesidades de la comunidad barranquillera en su conjunto.