Por FREDDY PINZÓN VALVERDE
Director Nacional de Juventudes
Partido Nuevo Liberalismo
@freddyepinzonv
Con 2,9 millones de jóvenes desempleados en Colombia, especialmente mujeres, el Día de los Trabajadores y Trabajadoras se convierte en un recordatorio crítico de las fallas sistémicas que perpetúan la desigualdad y la exclusión en el mercado laboral. Mientras la retórica del reconocimiento y la dignificación del trabajo resuena en discursos políticos y sociales, la realidad es que las acciones afirmativas para abordar esta crisis siguen siendo insuficientes.
Más allá de las marchas y las celebraciones, se necesitan políticas efectivas que generen empleo digno para todos los sectores de la sociedad, el Día del Trabajador no puede ser solo un día de palabras vacías, sino un verdadero compromiso con el bienestar y la justicia laboral.
La falta de oportunidades laborales para millones de jóvenes en Colombia subraya la necesidad urgente de acciones que prioricen la inclusión y la igualdad en el ámbito laboral. El discurso sobre el futuro del país está en juego no solo en el papel, sino en las acciones concretas que se tomen para abordar esta crisis.
Mientras persista la brecha entre las promesas de dignificación laboral y la realidad de millones de jóvenes desempleados, el Día de los Trabajadores y las Trabajadoras seguirá siendo un recordatorio amargo de las desigualdades y la falta de compromiso para construir un futuro más justo y próspero para todos.
Hoy, en el Día del Trabajador, el que no es trabajador baja del imponente edificio donde reside en el penthouse, toma un vuelo sentado en primera clase y con destino a una ciudad de moda, se hospeda en un hotel cinco estrellas y temprano, vestido suntuosamente para la ocasión, se presenta en una marcha en la que participan quienes en nada se le parece. ¡Día del Trabajador sin trabajadores!