El 1° de mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores, en conmemoración de los Mártires de Chicago.
ANTECEDENTES
Para 1829, había surgido en Inglaterra un gran movimiento por la jornada laboral de 8 horas contra la jornada existente de 18 horas. Que gradualmente fué ganando terreno en Europa y el mundo.
Pero, casi 40 años después, todavía Estados Unidos seguía atrasado en esto. Por ello, el 25 de junio de 1868, la Ley Ingersoll fué promulgada por el presidente Andrew Johnson, vicepresidente sucesor del asesinado Abraham Lincoln, estableciendo la jornada de 8 horas, que tenía que ser ratificada por cada Estado de la Unión.
Pero 16 años después, ante el incumplimiento reiterado de la Ley Ingersoll, y la reducción en unos pocos Estados a entre 12 y 16 horas de trabajo, el 17 de octubre 1884, la American Federation of Labor, en su 4° Congreso, aprobó que para el 1 de mayo de 1886 la jornada laboral debería ser de 8 horas en todo el país o se irían a la huelga general.
La movilización de las organizaciones laborales y sindicales, fué calificada por la prensa de la época, como «delirio de lunáticos», igual a pedir «que se les pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo».
HECHOS
El 1° de mayo de 1886, 200.000 trabajadores iniciaron la huelga, 5.000 empresas quedaron paralizadas, mientras muchos Estados empezaron a incorporar la Ley Ingersoll por temor a las huelgas.
Pero en Chicago, la capital industrial, con las peores condiciones para los trabajadores, la huelga se prolongó hasta el 3 de mayo, día en que la represión policial dió inicio a una batalla campal entre la policía y los huelguistas, que dejó 6 trabajadores muertos y decenas de heridos.
Ante estos hechos el periodista Adolf Fischer redactó y publicó una proclama llamando a los obreros a armarse para defenderse.
Al día siguiente, 4 de mayo, en la plaza Haymarket Square, 20.000 manifestantes fueron reprimidos por 180 policías. En medio de la refriega un artefacto explosivo estalló entre los policías, dejando un muerto y varios heridos. La policía abrió fuego contra la multitud matando a 38 e hiriendo a más de 200 obreros.
Se declaró el estado de sitio y toque de queda, deteniendo a centenares de trabajadores que fueron golpeados y torturados, acusados del asesinato del policía.
Paralelamente, hubo una campaña de prensa que pedía el exterminio de los obreros huelguistas denunciandolos como anarquistas y comunistas.
LOS MÁRTIRES
De los 31 acusados, finalmente el juicio se centro en 8 líderes. 3 fueron condenados a cadena perpetua y trabajos forzados: Samuel Fielden, Oscar Neebe, Michael Schwab. Y 5 fueron condenados a la horca, lo que se verificó el 11 de noviembre de 1887: Georg Engel, Adolf Fischer, Albert Parsons, August Spies, Louis Lingg. Todos sin pruebas de culpabilidad, con el ánimo de dar un escarmiento a los trabajadores.
Posteriormente, se desató una persecución contra los obreros cuyas principales víctimas fueron inmigrantes extranjeros o negros afroamericanos. Persecución en la cuál participó la tristemente célebre Agencia de Detectives Pinkerton.
INDULTO Y RECONOCIMIENTO OFICIAL DEL CRIMEN
Unos años después, en 1893, el Gobernador de Illinois, John Peter Altgeld, abogado y juez, autorizó revisar los expedientes y se encontró que: 1) los testigos eran falsos; 2) el jurado no era imparcial, y 3) la bomba era de la policía pero lanzada desde atrás por orden del capitán, con tan poca fuerza que no alcanzó a los manifestantes. Tras no prosperar los procesos contra el sistema, el Gobernador terminó declarando los hechos como un ‘crimen de estado’, y a los condenados ‘mártires’, indultando a todos y liberando a los 3 encarcelados.
El «Crimen de Chicago», como se le conoció a nivel mundial, dejó miles de trabajadores despedidos, lesionados, detenidos, procesados, torturados o asesinados.
CONMEMORACIÓN
En 1889 el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París, estableció el 1° de mayo como Día Internacional de los Trabajadores en memoria de los «Mártires de Chicago». Conmemoración que pronto fué acogida por la mayoría de los países del mundo.
Pero en 1894, un nuevo hecho se sumó al crimen, el presidente Grover Cleveland, durante cuyo primer mandato ocurrieron los hechos de Chicago, aprobó el primer lunes de septiembre como Labor Day o Día del Trabajo, para desvincular a Estados Unidos del 1° de mayo y de los «Mártires de Chicago», borrando su memoria de la historia oficial. Por ello, la mayoría de los americanos desconocen la historia real de Haymarket.
Así, el Día Internacional de los Trabajadores, se celebra el 1° de Mayo en todo el mundo. Excepto en Estados Unidos, Canadá y Japón…
La crónica más famosa sobre el ahorcamiento, y las últimas palabras de los condenados, ”Un drama terrible”, es del poeta y prócer cubano José Martí, en EEUU para ese tiempo, publicada por el diario La Nación de Argentina, el 13 de noviembre de 1887.
¡PAZ EN SUS TUMBAS!
[Fuente: Historia del Movimiento Obrero]