El mundo se ha rendido ante el embrujo musical de Colombia en el Festival de Jazz de Nueva Orleans, donde más de 175 músicos colombianos desataron una fiesta de ritmos y sonidos en uno de los eventos musicales más prestigiosos del planeta, llevando consigo la diversidad cultural de su tierra natal y regalando al público una experiencia inolvidable.

Desde el 25 de abril hasta este fin de semana, las calles de Nueva Orleans han vibrado al ritmo de la salsa, la cumbia, la champeta y el vallenato, cortesía de destacadas agrupaciones como Gregorio Uribe, Rancho Aparte, Agrupación Changó, Joaquín Pérez y su Herencia Ancestral, Kombilesa Mi y los Cumbia Stars.
La Cancillería colombiana ha destacado la importancia de este evento como una ventana al mundo para mostrar la riqueza y diversidad de Colombia. «Colombia ha sido calificada por el Festival como ‘la potencia cultural de América Latina’, y trae a Nueva Orleans una celebración musical de salsa, cumbia, champeta, vallenato, chirimía y currulao», explicó el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado oficial.
El pabellón de Intercambio Cultural se ha convertido en un oasis de la cultura colombiana, donde los asistentes han podido sumergirse en la experiencia sensorial de la música, la gastronomía y las tradiciones del país.
Más de 15 presentaciones en catorce escenarios diferentes han sido el escaparate perfecto para exhibir el talento y la pasión de los músicos colombianos. Además, desfiles diarios en honor a las raíces del país y experiencias culturales inmersivas junto a artesanos indígenas y afrocolombianos han enriquecido aún más la experiencia.
El broche de oro lo han puesto artistas como Bomba Estéreo, quienes han dejado una huella imborrable en el corazón de los asistentes con su música contagiosa y su energía arrolladora.
La celebración continúa el próximo 2 de mayo con el segundo ciclo del festival.