La ciudad de Santa Marta enfrenta una crisis de agua potable que ha llevado a bloqueos diarios de vías y calles por comunidades desesperadas por obtener este recurso vital. La queja común en todas las protestas es la ausencia de agua durante semanas e incluso meses.
La situación ha llegado a tal extremo que el recurso hídrico suministrado por el acueducto ya no llega, debido a que el Fenómeno del Niño mantiene secos los ríos que abastecen el sistema.
Ante esta emergencia, el alcalde Carlos Pinedo Cuello declaró la calamidad pública y activó un plan de contingencia que incluyó la contratación de carrotanques para distribuir agua en los barrios afectados.
El contrato, suscrito directamente con la microempresa de transporte Servitransportes JF SAS, implicó un pago de 2.360 millones de pesos para disponer de 36 carrotanques. Estos vehículos tenían la tarea de realizar al menos 10 viajes diarios para abastecer a la ciudad durante la temporada seca.
Sin embargo, en los barrios afectados se quejan de la falta de asistencia por parte de los carrotanques contratados, lo que los obliga a buscar soluciones individuales, pagando el doble por el servicio.
“Es injusto que tengamos que pagar doble por este servicio”, manifiesta Alberto López, un morador de Taminaca, que asegura que aunque contrató varias veces un carrotanque, la Essmar le cobró por un servicio que no le prestó.
La empresa Servitransportes JF SAS, por su parte, señala que su responsabilidad se limita a proporcionar los carrotanques y conductores, mientras que la empresa del acueducto se encarga de llenarlos y dirigir su distribución.
Admitieron que la situación se agrava por la falta de agua incluso para llenar los carros cisterna, lo que podría significar una dificultad para el cumplimiento del contrato.
Debido a las constantes quejas y protestas de la comunidad, el director de la oficina de Gestión del Riesgo Distrital, Álex Velásquez, manifestó que se le solicitó a la Essmar que se modificara la metodología que se viene implementando para suministrar el agua.
“Ahora el cronograma de visita de los carrotanques será publicado en línea por redes sociales y página web para que las personas sepan cuándo llegarán a sus sectores y se programen a abastecerse”, manifestó el funcionario.
A pesar de las lluvias recientes, el panorama sigue siendo crítico porque los bajos niveles de los ríos persisten. La Alcaldía mantiene su compromiso de seguir haciendo esfuerzos para acompañar a la Essmar en su tarea de suministrar agua a los habitantes.
En los barrios, la desesperación aumenta, con la percepción de que solo unos pocos privilegiados se benefician de los carrotanques, mientras que la mayoría sufre por la falta de acceso al agua.
“Siempre les llevan agua a los mismos y los demás o contratan sus propios carrotanques o siguen pasando necesidades. Estamos ya cansados de esta situación”, sostuvo Camilo Martínez, otro usuario afectado.
El contrato de los carrotanques finaliza en mayo, pero ante la persistencia de la crisis, se considera la posibilidad de firmar uno nuevo. Sin embargo, algunos líderes comunitarios cuestionan si estos contratos benefician realmente a la población o solo a los administradores de turno y la empresa privada.
Al respecto, el alcalde Carlos Pinedo Cuello manifestó que quienes están detrás de las protestas sociales que están desatadas en la ciudad son opositores políticos que impulsan a la gente a sembrar el caos en la ciudad.
De igual manera, el mandatario denunció un saboteo en el interior de la empresa Essmar por parte de los empleados que “son cuotas políticas de la anterior administración”, lo cual ha hecho más grave la crisis de agua, según indicó.
“Atentan no contra el alcalde, sino contra la propia comunidad a la que le están negando la prestación de dicho servicio”, precisó Pinedo, quien anunció acciones legales contra estas personas.
Lo único concreto es que Santa Marta, ad portas de sus 500 años, sigue sufriendo año tras año por no tener agua y sin un proyecto definitivo para solucionar este problema histórico.