
Presidente venezolano busca superar conflictos y retoma diálogo con el organismo internacional.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, extendió una invitación formal a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) para que regrese al país, tras su expulsión en febrero pasado debido a supuestos sesgos en su labor.
«Que superemos las diferencias, el conflicto que tuvimos y estoy preparado para recibir al enviado de (el alto comisionado), Volker Türk (…) cuando quiera, donde quiera», afirmó Maduro durante un evento en el palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo, en el que estuvo acompañado por el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan.
La decisión de invitar nuevamente al equipo de la Acnudh surge después de que el Gobierno venezolano diera un plazo de 72 horas al personal adscrito a esta oficina en Caracas para abandonar el país en febrero pasado. En ese momento, el Ejecutivo remarcó que la expulsión se mantendría hasta que la oficina de la ONU rectificara públicamente su actitud.
Ahora, Maduro ha manifestado que las puertas del palacio de Miraflores «están abiertas» para discutir y resolver las diferencias existentes entre las partes. «Si tú quieres, yo quiero (…) reconstruyamos los puentes sobre las bases del diálogo y la comunicación», expresó el mandatario en un mensaje dirigido a Türk.
A pesar de la expulsión, el Gobierno venezolano había dejado claro su interés en seguir cooperando con los mecanismos internacionales de protección de los derechos humanos, siempre y cuando se respetaran los principios de objetividad, imparcialidad y no injerencia en los asuntos internos del país.