LA CRITICA INFUNDADA HACE  DAÑO AL PAIS

Por Orlando Andrade Gallardo

Periódicamente en el país se presentan  enfrentamientos verbales entre los grupos políticos acusándose mutuamente por cualquier motivo y se intensificaron en las últimas semanas con paros cívicos y otras manifestaciones por el llamamiento a juicio a uno de los máximos líderes de la oposición.

Lo peligroso de la situación, apunta que personajes con aspiraciones presidenciales y prepotentes señalan de ‘Narco Estado’ al gobierno ignorando que su familia tiene antecedentes oscuros por el narcotráfico. Desde siempre observamos que muchos militantes de la oposición critican la paja en el ojo de su contrincante, sin notar que en su visión hay una viga del tamaño de un poste de energía. Es posible que las críticas continúen, hasta que se realice el juicio contra el acusado, que tiene en vilo a la ciudadanía por la trascendencia del mismo, único en la historia de la nación.  Estos hechos de tocar a los intocables es un peligro para la seguridad nacional, debido al sectarismo y fanatismo que profesan muchos de los seguidores de los partidos por tratarse de un caso sin precedente. Igual sucede cuando el gobierno aprieta a la subversión, narcotraficantes y delincuencia común, la retaliación contra la fuerza del Estado y el pueblo indefenso es sangriento, alterando el orden público como está sucediendo por las incautaciones de drogas de los últimos días a los grupos multicrimen. 

Recientemente se conoció por la televisión regional y redes sociales, pero no difundido por la televisión bogotana  una serie de videos, relacionados con el señalamiento de organismos de inteligencia de los Estados Unidos  denunciando el contubernio entre las mafias y el poder político y militar  colombiano desde la década de los 80. El informe vincula a un presidente de la República y abuelo de uno de los personajes que más critica al gobierno de ‘Narco Estado’, ignorando el pasado familiar. Así son las cosas del país del Sagrado Corazón, rezandero y conservador con guardados y  escondiditos que las nuevas generaciones deben conocer para fijar su posición sobre la ética pública.

Con seguridad existen muchas más historias feas y oscuras que comprometen a los dirigentes de ambos sectores que debemos conocer para depurar el país de los malos gobiernos, la corrupción, la impunidad y todos los males que nos aquejan. Desde el 2022, el objetivo de la oposición es tratar de estancar los avances  que pretende realizar el gobierno por medio de las reformas socioeconómicas y acuden a todos los medios y estrategias  para confinar los programas y propuestas. La evidencia se presenta con el hundimiento de la reforma a la salud y otros proyectos, pero el gobierno superó el impase al intervenir las EPS que estaban investigadas por los organismos de control. De todos estos episodios desagradables originando violencia y odio, no es posible lograr un ambiente de paz y concordia para entender mejor que la democracia es un instrumento para conseguir consenso social, y no para buscar el poder político y económico.

Los politólogos consideran que los grandes males que se presentan en los países que no han alcanzado el desarrollo,  es por falta de visión en saber interpretar su realidad social e ignorar la moralidad y la racionalidad. Es importante identificar los personajes que con sus acciones y malos gobiernos perjudicaron y causaron daño al pueblo para evitar que continúen  con sus malas prácticas.

En los centros educativos existen variedad de programas para preparar a los estudiantes en las diferentes disciplinas del saber y conozcan con mayor claridad la realidad del país, pero la academia está ignorando que se requiere una escuela de alto nivel con énfasis en la moral y la ética pública, perdida desde décadas. Apuntar sobre la enseñanza de la moralidad sin untarse de creencias religiosas, sino de las virtudes que poseen los seres humanos para recuperar la confianza en nosotros, sería un gran logro. Con cierta nostalgia reseñamos la entrevista de un congresista militante de un partido tradicional que al preguntarle qué beneficio burocrático había recibido al votar a favor de la reforma pensional y respondió que ninguno, seguidamente anotó, cuando votamos a favor del gobierno nos acusan que estamos recibiendo cargos burocráticos y cuando votamos en contra, recibimos mermeladas de los privados. El congresista tiene razón, el problema es que los colombianos perdieron la confianza y credibilidad de una institución como el Congreso, por la cantidad de acontecimientos desagradables y repugnantes que se presentan, porque muchos de sus miembros no convencen  por sus feas actuaciones.