En la actualidad, el español ha experimentado cambios en su escritura debido a la influencia de nuevas formas de comunicación, impulsadas por la necesidad de compartir información de forma inmediata.
Redacción Sociales
LA LIBERTAD
El idioma español, con más de 500 millones de hablantes, es considerado un tesoro lingüístico por varias características distintivas que destacan y lo hacen especial, como lo es su fonética, escritura, pronunciación y su riqueza léxica.
Grandes obras maestras de la literatura mundial, como las de Miguel de Cervantes o William Shakespeare, fueron escritas en español, inspirando a generaciones de lectores y demostrando la capacidad de este idioma para cautivar con su belleza, profundidad y universalidad.
Cada 23 de abril se conmemora el Día del Idioma, no solo para hacerle homenaje al exponente por excelencia de la lengua española, el autor de ‘El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha’, sino también para abrazar su historia, valorarla, compartirla y sobre todo, cuidarla.
No obstante, nuestro idioma se ha visto alterando con los cambios sociales y la manera en la que actualmente se comunica parte de la generación actual, en la que los errores de ortografía, las palabras incompletas, la falta de cohesión y coherencia, y la ausencia de los signos de puntuación, son algo “común”.

Jorge Gutiérrez del Castillo, docente, con maestría en literatura y español, explicó a Diario LA LIBERTAD que cada vez es mayor el número de estudiantes que presentan deficiencia a la hora de escribir y comunicarse, lo que resulta angustiante y abre una brecha en su capacidad de expresión y comprensión.
Esto puede estar relacionado con el acceso a las nuevas tecnologías y la hipermediación, lo que ha generado nuevas formas de comunicación a través de la escritura, reduciendo además el ejercicio de escribir con mayor claridad, profundidad y desarrollo, debido al límite de caracteres que muchas de las aplicaciones disponen.
“Escribir es un trabajo de pensamiento complejo que aprendemos durante toda la vida. Las formas narrativas han cambiado en muchos escenarios y eso de cierta forma también influye; hoy la reducción a la hora de escribir es mayor, y un ejemplo de ello son las redes, y no digo que sean malas, pero con sus políticas de 140 caracteres obligan a las personas a cambiar su forma de expresarse”, detalló el docente.
La escolarización en Colombia es otro de los puntos que presenta grandes dificultades, entorpeciendo de forma directa el proceso de aprendizaje de los niños y niñas, afectando su desarrollo y llevando esa deficiencia a sus diferentes etapas, entre esas la universidad, donde se forman los futuros profesionales.
“Un estudiante que no tiene coherencia y cohesión, que no es más que construir párrafos, de manera que cada línea esté articulada a la siguiente, profesionalmente muestra unas debilidades enormes al momento de dar argumentos complejos. Si eso no se corrige, se evidencia en el ejercicio profesional”, sostuvo.
Para Jorge Gutiérrez, escribir es casi que una digestión del conocimiento, metodología pedagógica que inicia en un salón de clases a la hora de analizar lo que se recibe y proyectarlo en un cuaderno desde la comprensión.
“Hay jóvenes que asisten a clases, no llevan cuadernos y mucho menos un lápiz para escribir; ahí ya están perdiendo el ejercicio. Debemos entender que tener competencias comunicativas básica es importante para todas las áreas laborales y de la vida”, aclaró.
A partir de la mensajería instantánea y la inmediatez que hay actualmente a la hora de comunicarse, muchas personas están adaptando un lenguaje más informal, abreviado y lleno de emoticonos, lo que ha disminuido la atención prestada a la ortografía y la gramática, causando malentendidos e interpretaciones erróneas cuando se busca transmitir y recibir un mensaje.
El uso correcto de los signos de puntuación, las comas, las tildes y otros elementos gramaticales, no solo reflejan cuidado y respeto por la lengua, sino que también contribuyen a la efectividad y la precisión en la comunicación.
El español, como idioma vivo y dinámico, refleja la evolución constante de la sociedad a lo largo del tiempo. Este cambio implica la introducción de nuevos conceptos y la desaparición de otros, lo cual es natural. Sin embargo, el verdadero desafío surge cuando el lenguaje se ve reducido o simplificando, eliminando así la riqueza y la complejidad que lo caracterizaban.
Cuando el idioma se limita a meros elementos técnicos o prácticas simplificadas, pierde la capacidad de expresar plenamente las ideas y comprender el contexto que nos rodea.
En el marco del Día del Idioma, el docente Jorge Gutiérrez invita a las nuevas generaciones a comprender la riqueza del idioma y lo que significa esta competencia para su construcción profesional, sin olvidar que, la naturaleza del español, en su forma más orgánica, es rica por sus maneras descriptivas que tiene para entender el mundo y su universo.
“Es una lengua viva, llena de historia, personas, países y romanticismo; el español es admirable desde cualquier punto de vista y además, con la academia más antigua del mundo, que es la Real Academia Española. Valorémoslo, no porque sea la forma competencia comunicativa desde lo técnico y lo práctico, sino porque también es un ejercicio ético para la formación de un profesional”, puntualizó.