Incidente en la base de Calso desata interrogantes sobre su origen en un contexto de tensiones regionales.
Una explosión repentina sacudió la base militar de Calso, ubicada en la provincia de Babilonia al sur de Bagdad, durante la noche del viernes, desencadenando la muerte de al menos una persona y causando heridas a varios individuos. Esta base, reconocida por ser el hogar de las Fuerzas de Movilización Popular de Irak (Hashed al-Shaabi), una coalición de grupos armados proiraníes, se vio envuelta en una tragedia que ha dejado a la región en alerta.
Según reportes de una fuente del Ministerio del Interior y un oficial militar citados por The Times of Israel, la explosión sorprendió sin la previa detección de drones o aviones de combate en el espacio aéreo circundante, lo que agrega incertidumbre sobre la naturaleza y el origen del incidente.
El grupo Hashed al-Shaabi emitió un comunicado confirmando el suceso y señalando que la «explosión» ha generado «pérdidas materiales» en sus instalaciones. Asimismo, aseguraron que ya se han desplegado investigadores en el lugar para evaluar los daños y determinar las causas del siniestro, aunque aún no se han revelado detalles precisos sobre el número de heridos.
«La explosión causó estragos en equipos, armamentos y vehículos», informó la fuente ministerial, describiendo un escenario de devastación dentro de la base. A pesar de las especulaciones iniciales, las autoridades aún no han identificado a los responsables del incidente.
El ejército estadounidense, a través del Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), emitió un comunicado desmintiendo cualquier participación en el incidente. «Estados Unidos no ha llevado a cabo ataques aéreos en Irak hoy», afirmó el comunicado, desacreditando los informes sobre un supuesto ataque estadounidense.
El contexto político alrededor de esta explosión es delicado, especialmente debido a los recientes ataques perpetrados por grupos vinculados a las Fuerzas de Movilización Popular contra fuerzas estadounidenses en la región, en respuesta al respaldo de Estados Unidos a Israel durante el conflicto con Hamás en Gaza.
En cuanto a las especulaciones sobre una posible implicación israelí en el incidente, un funcionario israelí negó rotundamente cualquier conexión con las explosiones en Irak. Las Fuerzas de Defensa de Israel también se abstuvieron de hacer comentarios al respecto.
El Hashed al-Shaabi, inicialmente formado para combatir al Estado Islámico, ahora es una parte integral de las fuerzas de seguridad de Irak, aunque su estrecha relación con Irán ha generado controversias. Las circunstancias detrás de la explosión en la base de Calso aún no están claras, y los esfuerzos de rescate continúan mientras el incendio persiste, según confirmó el oficial militar.