Olmedo López, envuelto en polémica por escándalo de los carrotanques en La Guajira, rompe su silencio y responde a acusaciones.
Olmedo López, exdirector de la UNGRD, ha decidido hablar después de semanas de mantenerse en silencio desde que dejó su cargo en medio del escándalo de los carrotanques en La Guajira.
López, quien ha sido objeto de especulaciones y debate político, ha dejado claro que no se considera el culpable de la crisis. Según él, «el manual de contratación de la entidad contempla claramente que las responsabilidades para el caso de la UNGRD el director no interviene directamente», dijo en entrevista con un reconocido medio de comunicación nacional.
Sin embargo, reconoció la gravedad de la situación en La Guajira, señalando que «las especulaciones y el debate político llevan a afirmar mentiras que en el escenario de lo cotidiano terminan siendo una realidad para el ciudadano». Destacó que mientras se enfocan en discusiones, los niños de La Guajira continúan sufriendo por la falta de agua.
El exfuncionario también abordó la controversia en torno a la emergencia de abastecimiento de agua en La Guajira, alegando que se había declarado una emergencia que era un «tema de Estado» y que se había actuado en consecuencia. Sin embargo, mencionó incidentes, como el daño a tanques de agua por parte de la Policía, que complicaron los esfuerzos de ayuda.
Respecto a las acusaciones y amenazas que ha enfrentado, López afirmó que está preparado para defenderse legalmente y que acudirá a cualquier llamado de la Fiscalía. Lamentó la persecución que él y su familia han experimentado, denunciando que incluso su casa fue vandalizada por aquellos que creían que él guardaba bienes ilícitos.
Sobre las afirmaciones de Carlos Carrillo, su sucesor, López no dudó en criticarlo, calificándolo de «niñato» y acusándolo de dañar al Estado con sus declaraciones malintencionadas.
En medio de la entrevista, López también abordó las implicaciones políticas de la situación, negando que el presidente Petro estuviera al tanto de todas las contrataciones del Estado, y rechazando insinuaciones sobre la vinculación del mandatario con el escándalo.
En un cierre contundente, López reiteró su postura y advirtió a aquellos que intentan aprovechar su silencio para difamarlo, concluyendo que no permitirá que se abuse de él.