CIEN AÑOS DE LA SONORA MATANCERA

Jorge Luján López

Colaborador

Esta inmortal agrupación usual se fundó el 13 de enero de 1924 en Matanzas (Cuba). Iniciada por Valentín Cano, fue bautizada con el nombre de Tunas Liberal. Empezó con nueve integrantes y que a lo largo de estos cien años se convirtió en un icono de la cultura popular, sin fecha de caducidad a la vista. Es la agrupación musical que mejor representa el tránsito de los aires Afro Antillanos hasta que llegó la Salsa.

A partir de 1927 cuando viajaron a La Habana en busca de mejores horizontes, es cuando comienza su verdadera historia, con el nombre de Estudiantina Sonora Matancera, ellos grabaron al año siguiente sus primeros discos de 78R pm. con el sello Víctor. Es cuando empiezan a reclutar a sus integrantes que por décadas se tornaron indispensables como Rogelio Martínez Díaz, cocinero de profesión, quien en 1932 la bautizó simplemente como la Sonora Matancera y que más tarde se convertiría en su director, por más de 57 años.

En 1944 llega Lino Frías el famoso pianista de esa agrupación. También llega Pedro Knigth como segunda trompeta. Igualmente llega Bienvenido Granda para convertirse en solista de planta, el cantante que más grabó con la Sonora, puesto que firmó un contrato por 10 años, su primer éxito ‘La ola marina’ y muchos éxitos más como: Angustia, A la orilla del mar, del compositor colombiano José Barros, Soñar, Total, Hoy sé más que ayer, Cuando tu seas mía, Cancaneito.

Con Daniel y Celia Cruz. Falta por ingresar sus dos estrellas más deslumbrantes: Daniel Santos, el jefe, el Inquieto Anacobero, quien arriba a La Habana en 1948 a cumplir presentaciones en radio Progreso y es acompañado con la Sonora Matancera, quien empezó atraer la atención de multitudes con aquella melodía ‘Vengo a decirle adiós a mis muchachos’.

De el Inquieto Anacobero, se desprenden grandes éxitos inmortales como: Linda, Se vende una casita, Dos gardenias, Virgen de Media Noche, El Tibiri y Tábara, El corneta y muchas más.

Con respecto a Celia Cruz fue lo contrario, no fueron tan fáciles. Cuando Rogelio Martínez invitó ese mismo año a Celia a relevar a la cantante puertorriqueña Mirta Silva, no solo tenía en contra el querer del público que la repudiaba, por su voz potente y chillona. Ella pasó de maestra a cantante. Sin embargo, Rogelio Martínez que creía en ella no cedió un ápice. Cuando esa negra empezó a cantar, se me pusieron los pelos de punta, y de inmediato la puse en mi programa de Radio Progreso en La Habana, y le hice un nuevo repertorio, grabó a los 21 años su primer 78R P.M con Cao cao mani picao, por una cara del disco y por la otra cara Mata siguaraya de Lino Frías, que fue una sensación. Es de todos conocido que lo que grababa Celia Cruz, fue siempre un éxito, ejemplo: El yerbatero moderno, Burundanga, La vida es un carnaval, Ritmo, tambó y flores, etc. La tercera estrella es sin duda alguna el barranquillero Nelson Pinedo, quien le correspondió en 1954 reemplazar al jefe Anacobero por su imprevisto viaje a México. Con sus éxitos inolvidables la Esquina del movimiento, El muñeco de la ciudad, Momposina, del compositor colombiano José Barros y muchas más canciones memorables.

Etapas de la Sonora Matancera

Cuando la Sonora partió para México el 5 de junio de 1960, no se entendió con el movimiento castrista. Su historia se parte en dos en la primera impresión, una unidad monolítica en sus filas. Con toda esa pléyade de artistas que pasaron por la Sonora Matancera. Como Alberto Beltrán con éxitos inolvidables como Todo me gusta de ti, El negrito del batey; Celio González el flaco de oro En el balcón aquel, Amor sin esperanza, Vendaval sin rumbo; Leo Marini: Maringa, En la palma de la mano, Señora Bonita, Historia de un amor; Carlos Argentino Torres: Ave María Lola, En el mar. Dámaso Perez Prado, Guaguancó.

La segunda etapa estará caracterizada por una serie de cambios que se dieron de manera misteriosa.

Ellos se radican definitivamente en Nueva York. A raíz de un contrato de          25.000 dólares a cumplirse en Chicago.

En 1965 se retiran Celia Cruz y Celio González y ese mismo año finaliza el contrato con la Seeco que los lleva a crear su propio sello. Pedro Knigh se retira en 1967 y es reemplazado por el dominicano Emilio Aracena ‘Chiripa’ que permanece hasta el año 1971.

Su pianista insigne Lino Frías se retira en 1976 y es sustituido por Javier Vásquez.

Su última producción fue ‘Hay Sonora pa rato’ del 2009, con el puertorriqueño Darío Rosado, cuyo título resultó premonitorio con ocasión de sus 100 años.

El 30 de noviembre de 2019 estuvieron en Medellín en la Plaza Mayor con su nueva cantante: María Elena y Jorge Maldonado.

El 26 de enero de 2020 se presentaron en México en el teatro Metropolitano, presentaciones que se interrumpieron con motivo del Covid-19.

Solo nos resta agregar que estamos expectantes, por las conmemoraciones que vaya a celebrar esta agrupación con motivo de su merecido centenario.