La ciudad enfrenta un repunte preocupante de homicidios, con un aumento del 12% respecto al año anterior, según las autoridades.
En medio de una escalada de violencia que ha estremecido a los residentes de Cartagena, la capital de Bolívar se ve sumida en una espiral de crímenes que ha cobrado la vida de nueve personas en menos de 72 horas. Este sombrío panorama ha transformado el mes de abril en uno de los más sangrientos del año 2024, según informes proporcionados por la Policía local.
Los violentos sucesos se desataron en la madrugada del pasado lunes, cuando dos hombres perdieron la vida en un doble homicidio perpetrado en el barrio 3 de junio. Apenas dos horas después, un nuevo episodio de violencia dejó como saldo un hombre muerto y una mujer herida en la avenida del consulado, en las inmediaciones del barrio El Carmen.
Las autoridades reportaron el hallazgo del cadáver de una mujer en el barrio Olaya, quien fue encontrada sin vida y con un disparo en la cabeza, evidenciando la crudeza de estos actos. Otros dos homicidios se sumaron a la escalofriante lista, ocurriendo en la avenida del Lago y en la principal del corregimiento de Membrillal.
El martes 16 de abril, dos nuevas víctimas se unieron al trágico recuento. En el barrio Boston, un joven de 23 años perdió la vida en medio de una riña, mientras que en El Pozón, otro joven de 24 años fue asesinado a tiros en plena vía pública, sin mediar palabra.
La mañana del miércoles 17 de abril no trajo consigo calma, sino más dolor y angustia. En el barrio Nuevo Bosque, un individuo atacó a un hombre que se encontraba sentado en la calle, propinándole dos disparos fatales, uno en la cabeza y otro en el brazo.
Estos lamentables acontecimientos no son casos aislados, advierte la Policía Metropolitana de Cartagena, que señala un alarmante aumento del 12% en los homicidios en comparación con el mismo período del año anterior. Con un total de 113 muertes violentas registradas en lo que va del año, de las cuales 72 han sido catalogadas como sicariato, la ciudad enfrenta una situación crítica. Asimismo, las muertes bajo esta modalidad han experimentado un incremento del 19%, evidenciando la urgente necesidad de acciones para contener esta espiral de violencia que aflige a la comunidad cartagenera.
