El lunes 15 de abril, el Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, Arzobispo emérito de Bogotá, Colombia, falleció a los 91 años de edad. Ante esta triste noticia, el Papa Francisco envió un emotivo telegrama de condolencias al Cardenal Luis José Rueda Aparicio, actual Arzobispo de la capital colombiana.
En el mensaje, el Sumo Pontífice expresó su profundo pesar y ofreció sus oraciones por el eterno descanso del Cardenal Rubiano, destacando su dedicación y servicio a la Iglesia. Además, encomendó su alma a la maternal intercesión de la Virgen de Chiquinquirá, y extendió una reconfortante bendición apostólica como símbolo de fe y esperanza en Cristo Resucitado.
Nacido en Cartago, Colombia, en 1932, el Cardenal Rubiano fue designado Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia en 1994, ejerciendo su labor pastoral hasta 2010, cuando se retiró debido al límite de edad. Durante su mandato, dejó un legado de servicio y solidaridad al fundar el Banco Arquidiocesano de Alimentos, una iniciativa que continúa beneficiando a miles de personas cada año.
Además de su labor en Bogotá, el Cardenal Rubiano presidió la Conferencia Episcopal de Colombia en tres ocasiones y dirigió el comité económico del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), demostrando su compromiso con la Iglesia y su comunidad.
La Arquidiócesis de Bogotá ha anunciado que se llevará a cabo una misa fúnebre en su honor en una fecha por determinar, para rendirle el merecido homenaje a este incansable servidor de Dios y de su pueblo.