Fenalco alerta sobre situación crítica del comercio minorista a pesar de cifras de inflación y tasas de interés

Jaime Alberto Cabal, presidente Fenalco.

La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) ha manifestado su preocupación ante la continua caída en las ventas del sector del comercio minorista, a pesar de las cifras favorables en inflación y tasas de interés.

El gremio ha señalado que, a pesar de los esfuerzos, las ventas minoristas sufrieron una disminución del 1,8% en febrero en comparación con el mismo período del año anterior, según datos del DANE. Además, en marzo, esta tendencia negativa persistió, lo que agudizó la preocupación de Fenalco.

Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, expresó su inquietud al afirmar que «ni la anunciada reducción de las tasas de interés ni la desaceleración de la inflación han sido suficientes para reactivar el comercio». Además, destacó que «las familias colombianas están tomando con cautela sus decisiones de compra, especialmente si se considera el descenso en el ingreso neto de los asalariados de estratos medios y altos que sufren este año un aumento en el impuesto de renta vía retenciones en la fuente, lo que ha incidido negativamente en los consumos».

El gremio ha identificado que la situación es especialmente grave para sectores como vehículos, repuestos, motos, talleres de reparación y el cluster de la moda, que incluye vestuario, cuero y calzado.

Además, Fenalco ha alertado sobre problemas de inseguridad y un marcado deterioro en la cartera, lo que está afectando tanto la generación de empleo como el recaudo tributario, especialmente el IVA.

En cuanto a las expectativas empresariales, el panorama no es alentador, ya que el 72% de los empresarios prevé que la situación permanezca igual o empeore.

Los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reflejan que las ventas del comercio minorista continúan en declive, con una caída del 1,8% en febrero en comparación con el mismo período del año anterior.

En términos sectoriales, la venta de vehículos, equipos de informática y telecomunicaciones, prendas de vestir, artículos de ferretería y repuestos para vehículos son algunos de los más afectados, con variaciones anuales negativas en sus ventas reales.

El personal ocupado también ha disminuido, según el DANE, lo que agrava aún más la situación.

Bogotá y el departamento del Atlántico han sido especialmente golpeados, registrando caídas significativas en las ventas minoristas.