Redacción Sociales
LA LIBERTAD
Hace 27 años, la Organización Mundial de la Salud, OMS, declaró el 11 de abril como Día Mundial del Mal de Parkinson, en conmemoración del nacimiento del Dr. James Parkinson, el neurólogo británico que descubrió y dio nombre a la enfermedad.
Se estima que actualmente existe un promedio de más de 10 millones de habitantes en el mundo sufriendo esta enfermedad.
En Colombia, según los datos reportados en el Registro Individual de Prestación de Servicios en Salud – RIPS, se atienden más de 150 mil personas con diagnóstico de Parkinson, de los cuáles 44,18% son mujeres y 55,81% hombres.
La edad promedio para su aparición es de 60 años, pero alrededor de un 10% de las personas son diagnosticadas antes de los 50. Se estima que un 2% de un millón de personas son diagnosticadas antes de los 40 años.
El Mal de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa, que va deteriorando la calidad de vida de quienes la padecen, ya que limita la movilidad y motricidad, impidiendo la realización de tareas cotidianas.
Los síntomas más comunes son temblor, rigidez muscular, bradicinesia y anomalías posturales. Si bien es cierto que no existe cura, aún para la enfermedad; lo que sí existen son tratamientos, medicación y hasta procedimientos que año tras año avanzan a pasos agigantados ayudando a muchas personas a tener un mejor diario vivir.
Científicos, investigadores y especialistas, coinciden en que la cura para esta enfermedad está muy cerca. Mensaje que resulta esperanzador para quienes lidian esta batalla.
Por ello, hoy que se conmemora el aniversario del Mal de Parkinson les compartimos el caso de una barranquillera que fue diagnosticada a los 30 años, quien a través de su libro, ‘El cuento de Noriqui’, narra su historia.

Una guerra que enfrenta sus adversidades con A de actitud
Hace 14 años, Noris Quinto Méndez fue diagnosticada con Parkinson Juvenil, exactamente cuando recién había cumplido sus 30 años; hoy a sus 44, sorprende a todos haciendo pública su historia a través de un libro.
NoriQui, cómo le llaman sus amigos, contó a Diario LA LIBERTAD cómo la vida le cambió en un abrir y cerrar de ojos.
“Pasé de los tacones a los zapatos deportivos; de los deportivos a los quirúrgicos y de estos a la dimensión desconocida”, afirma Noris.
Para esta comunicadora social y periodista, egresada de la Universidad Autónoma del Caribe, la vida le jugó una mala pasada, justo cuando estaba volando muy alto.
Se encontraba terminando una Maestría en Comunicación Publicitaria – Marketing, en la tierra del tango, la milonga y el fútbol: Argentina, cuando le llegó la oportunidad de ingresar a trabajar en una multinacional de tecnología. Todo iba perfecto, hasta que los primeros síntomas llegaron: pérdida de sueño, rigidez y movimiento involuntario en el dedo meñique de la mano derecha.
Lo impensable se hizo presente, un diagnóstico contundente, un Parkinson Juvenil, que llegó no solo para quedarse, sino que convirtió su cuento de hadas en una verdadera pesadilla de vida.
Cambió las reuniones corporativas por las juntas médicas, empezó su cuerpo a deteriorarse, bajó a 37 kilos; rápidamente la enfermedad se apoderó de ella.
Agilizó su regreso a Colombia, empezó sus chequeos médicos y en poco tiempo tuvo que enfrentar situaciones que a cualquier ser humano desestabilizan.
Sin dormir, con sus extremidades superiores e inferiores comprometidas y sin responder, con la fuerte presencia del enemigo más temible que el ser humano puede llegar a tener: el miedo.
NoriQui narra en su libro, con un lenguaje sencillo y una prosa y narrativa, etapa por etapa, lo duro de este proceso, como vivió y logró salir de la negación a la aceptación de su nueva condición.
También nos cuenta en detalle, acerca de la Estimulación Cerebral Profunda, procedimiento quirúrgico donde le colocaron electrodos en la parte frontal del cerebro y un neurotransmisor que funciona similar a un marcapaso eléctrico no cardiaco.
Con ‘El cuento de Noriqui’, la autora nos explica cómo confiar en un Dios que hace posible lo imposible, que le dio fuerzas cuando las de ellas estaban perdidas. ¿Por qué? Caminar por fe y crecer le salvó la vida.
Esta mujer no solo es resiliente, guerrera, inspiradora, con una energía única, sino también luz en la oscuridad de quienes la conocen y han vivido de cerca junto a ella su proceso, y ese es precisamente el mensaje que busca dejar en su libro, además de contagiar con el poder de la gratitud.
“Somos energía pura y esa energía se siente en la oración, en la gente que te quiere. También debemos entender que todas las adversidades en la vida si se afrontan con actitud son más llevaderas”, puntualizó la barranquillera.
Quienes deseen conocer más de esta historia, la encuentran en Amazon en sus dos versiones, tapa blanda o digital electrónico. De igual forma, se pueden realizar pedidos a través del correo elcuentodenoriqui@gmail.com