El juez opta por mantener la sala cerrada durante el juicio, advirtiendo contra la divulgación de detalles por parte de los presentes.
La segunda jornada del juicio contra Daniel Sancho, ciudadano español acusado del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta, continúa este martes con la declaración de nuevos testigos de la Fiscalía en el tribunal provincial de Samui, en Tailandia. En esta ocasión, el juez ha decidido mantener la sesión a puerta cerrada, prohibiendo la entrada de medios de comunicación y advirtiendo contra la filtración de información.
Entre los asistentes se encontraban el padre del acusado, el reconocido actor español Rodolfo Sancho, quien ya había estado presente en la sesión inaugural el día anterior, y su madre, la analista de inversiones Silvia Bronchalo, quien no había podido asistir debido a motivos de salud.
Bronchalo, al ser consultada sobre el caso, expresó: «Aquí nadie gana, aquí todos han perdido», reflejando la gravedad del proceso. Por su parte, Rodolfo Sancho, pidió «respeto» a los medios durante su asistencia al juicio, solicitando un trato educado y sin obstáculos.
El abogado de la familia de la víctima, Edwin Arrieta, Juan Gonzalo Ospina, anticipó que la jornada sería «larga» y «complicada», similar al día anterior, que se extendió más allá de lo previsto. Ospina también mencionó la rigidez del juez, quien prohibió inicialmente la entrada a la sala a los abogados de la familia Arrieta por haber dado información a los medios.
Los testimonios de hoy incluyen personas que tuvieron contacto con Sancho antes del crimen, así como empleados de establecimientos donde adquirió herramientas que podrían estar relacionadas con el asesinato. Según Ospina, la declaración de la vendedora de uno de estos establecimientos es «determinante».
El abogado defensor de Sancho, Aprichat Srinuel, declaró que los testimonios de hoy siguen siendo «circunstanciales», pero aseguró estar preparado para el caso, enfatizando en la búsqueda de la verdad.
El caso ha captado la atención internacional debido a la gravedad de los cargos, ya que Sancho enfrenta una condena máxima de pena de muerte. El español y Arrieta se conocieron en 2022 a través de redes sociales y se encontraron varias veces antes de los trágicos eventos en la isla de Phangan.