Directivo de Fedegán advierte sobre la caída en el consumo y propone medidas para enfrentar la situación.
La Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) ha alertado sobre una crisis que afecta al sector lechero del país, según declaraciones de Oscar Cubillos Pedraza, director de Planeación Estudios Económicos de la entidad.
Durante los años 2021 y 2023, se ha observado un preocupante aumento en la crisis del sector, principalmente debido a la reducción en el consumo de leche. Cubillos señaló que este indicador ha descendido un 9%, pasando de 162 litros por persona en 2021 a 147 litros por persona en 2023.
El directivo explicó que esta disminución en el consumo está directamente relacionada con el incremento en los precios al consumidor de los productos lácteos. «En el 2021 los precios del consumidor subieron 13%, en el 2022 hubo 37% y en el 2023 hubo 12%», indicó.
Asimismo, Cubillos resaltó la relevancia de los productores de leche en el país, subrayando que «de los 64.000 ganaderos que hay en el país, alrededor de 34.000 son productores de leche tanto en lechería especializada como en doble propósito», lo que representa aproximadamente 1.3 millones de personas en 320.000 familias.
El director advirtió que la situación podría agravarse si no se toman medidas de manera inmediata. «El precio del productor ha venido cayendo desde marzo de 2023, es decir, lleva un año en caída», alertó. Además, mencionó que la industria lechera se preparó para un fenómeno de niño que finalmente no ocurrió como se esperaba, generando un exceso de inventarios.
En cuanto a soluciones, Cubillos propuso medidas para dinamizar toda la cadena de valor del sector lechero. «Algunas empresas han visto precisamente la problemática y han bajado precios al consumidor a través de promociones descuentos, pero no es la generalidad», destacó. Sugirió que, así como se ha reducido el precio para los productores en un 13% en el último año, también se debería considerar disminuir los precios para el consumidor, con el fin de estimular el consumo.
Además, planteó la necesidad de aumentar la participación de productos lácteos en programas de compras públicas, como el Programa de Alimentación Escolar, comedores comunitarios, ollas comunitarias y suministro de raciones para las Fuerzas Armadas. Esto permitiría que los niños tengan acceso no solo a leche, sino también a otros productos lácteos en su alimentación diaria.
Por último, propuso la creación de un fondo común entre entes territoriales, alcaldías, gobernaciones, la industria y el sector ganadero para incentivar el consumo, especialmente entre niños y en la Primera Infancia, donde es crucial el consumo de lácteos.