Dos mujeres compartieron un destino final marcado por un amor profundo que trasciende más allá de la vida misma. Se trata de un acto conmovedor protagonizado por Monique Wessels, de 74 años, y Loes Wasmoeth, de 88, quienes optaron por recibir la eutanasia juntas, negándose a vivir sin la presencia de la otra.
Tras compartir medio siglo y conscientes de las enfermedades que las aquejaban, como lo es la demencia y una enfermedad muscular, además de la dependencia mutua que habían creado, tomaron la particular, pero emotiva decisión de poner fin a su existencia tomadas de las manos y al mismo tiempo.
El médico holandés Bert Keizer, quien fue testigo del procedimiento, las describió como «dos mujeres magníficas», y asegura que fue un momento de profundo respeto, pues aunque la eutanasia es legal en los Países Bajos bajo estrictas regulaciones, casos como el de Monique y Loes son raros y requieren una evaluación rigurosa por parte de múltiples médicos.
El final para ambas mujeres deja una profunda impresión sobre la naturaleza del amor y la compasión humana, recordando que en ocasiones, el mayor acto de amor puede ser permitir que un ser querido deje este mundo con dignidad y compañía.
Para autorizar la eutanasia, se requiere que el paciente sufra un dolor insoportable sin posibilidad de mejora y que la decisión sea tomada de forma voluntaria y sin otras opciones realistas.