¡Levántate Barranquilla!

Por ERWIN LECHUGA

Desde que tengo uso de razón, nunca he escuchado que Gustavo Petro como congresista, haya beneficiado con algún proyecto de ley de su autoría a la costa caribe o Barranquilla, toda su carrera política la gestó en el interior del país, inclusive, sus conductas delincuenciales las desplegó allá, prácticamente son más los vínculos que tiene con el centro del país que con el caribe, nosotros no lo criamos.

Si este ¨señor¨ nunca le apostó por el desarrollo de la costa y el bienestar de su gente, qué pudo haber llevado a tantas personas a pensar siquiera, que en realidad él estaba preocupado por lo que pasaba en la región; en este punto hay que ser honestos, hay demasiadas necesidades básicas insatisfechas en un grueso importante de la población que han demandado por décadas, mayores oportunidades que les permitan mejorar sus condiciones de vida, empero, la mezquindad de muchos líderes políticos de la costa generaron el escenario para que calara un discurso netamente populista entre la multitud. 

Hasta este momento Gustavo Petro ha demostrado una animadversión hacia Barranquilla que en realidad no es entendible de dónde le brota, ya que esta misma ciudad donde instaló a su hijo como estrategia política para llegar al poder, los recibió con los brazos abiertos, aquí al nené de papá lo hicieron diputado por el Departamento del Atlántico sin tener los pergaminos para ello, pero el odio hoy lo supera.

Los hechos hablan por sí solos, en el ocaso del Gobierno Duque se escuchó que el alcalde de Barranquilla en ese entonces, gestionaba la realización de un premio de Fórmula Uno en la ciudad, un espectáculo que por sus dimensiones demandaba una inversión importante de recursos, pero también con una expectativa muy grande, no solo porque se recuperaría lo invertido, sino como dinamizador de la económica local y que por supuesto pondría a Barranquilla en el radar del mundo, el negocio se cayó porque el gobierno Petro simplemente dio la espalda.

Luego vino el escándalo de los Juegos Panamericanos, los segundos en importancia a nivel mundial, el incumplimiento en el giro de dineros que estaban pactados mandó a la basura el esfuerzo para que Barranquilla fuera su sede, toda la responsabilidad quisieron achacársela al gobierno anterior para tapar la oposición de Petro a la realización de los mismos y haciendo todo lo humanamente posible desde el Ministerio del Deporte para que no sucediera.

Como si no les hubiese bastado, ahí mismo el Ministerio del Deporte le quitó el aval a la ciudad para realizar la serie Intercontinental de Béisbol, otro torneo internacional que convocaría a ligas extranjeras de béisbol y que traería también turistas amantes de este exquisito deporte, de nuevo la ciudad había sido privada de un espectáculo deportivo internacional.

Lo más reciente y fuera de la órbita deportiva, es el señalamiento de Gustavo Petro hacia el sector empresarial de Barranquilla de estar haciendo una vaca para torpedearle su propuesta de asamblea constituyente y tumbarlo del poder ¿Hasta cuándo este sujeto con ínfulas de emperador pisoteará nuestra dignidad caribeña?

A Petro no le debemos absolutamente nada, la ciudad es lo que es, producto de un liderazgo político que para bien o para mal ha arrojado frutos que saltan a la vista, hay muchísimo que corregir, es cierto, pero hay que dejar la lisonja por un enano moral que por el desprecio siente por un apellido, nos priva a nosotros como ciudadanos de actividades que nos traen bienestar y desarrollo.

En este mes que honramos a la ciudad les digo ¡LEVÁNTATE BARRANQUILLA! HAY QUE HACER RESPETAR NUESTRA DIGNIDAD.