Fenalco y autoridades analizan propuesta mientras comerciantes debaten entre protección y precaución.
Un grupo de comerciantes en Malambo, Atlántico, ha levantado una voz de alarma al expresar su disposición a armarse como respuesta a la falta de apoyo de las autoridades locales ante la creciente ola de atentados y extorsiones en la zona.
En un comunicado que ha generado preocupación, se lee: «A partir de la fecha de este comunicado, toda persona, hombre o mujer, a pie, en motocicleta, con casco que llegue a los locales comerciales, será objeto sospechoso y la orden es ser dado de baja».
Al ser consultados, algunos propietarios de negocios, bajo anonimato, respaldaron la idea de tener armas para protegerse: «Importante tener un arma en el negocio, ya que ahora están amenazando a los negocios, uno también poder responder. No que la muerte le llegue a uno», comentó un comerciante. Otro agregó: «Sí lo apoyaría porque la gente está cansada de la extorsión, de la inseguridad. Hay que tomar las armas».
Sin embargo, no todos comparten esta postura radical. Algunos prefieren cerrar sus negocios antes que arriesgar vidas en disputas innecesarias: «Es mejor pedir apoyo de la Policía y uno no sabe cómo viene esa otra persona y se expone uno», mencionó otro comerciante.
Ante este escenario, Fenalco ha expresado su posición a través de Rafael Madero, presidente de la junta directiva del gremio en el departamento. Madero señaló que entiende el sentir de los comerciantes como un grito desesperado, pero enfatizó en la necesidad de seguir los protocolos legales: «Aquella persona que cumpla con todos esos requisitos y que obtenga su arma para su defensa, es optativo y es por ley que puede portarla y utilizarla».
En contraparte, Zandra López, presidenta del Comité Intergremial Unidos por el Atlántico, advirtió sobre posibles riesgos: «Esto puede ser contraproducente porque con la misma arma del delincuente puede ser atacado el comerciante sino tiene la pericia adecuada o puede disparar, sin tener la precaución de las personas alrededor».
Las autoridades locales han iniciado investigaciones para verificar la autenticidad y gravedad de la situación planteada en el comunicado. Mientras tanto, el debate sobre la seguridad de los comerciantes y las medidas adecuadas para enfrentar la delincuencia continúa en la región.