Capturado por solicitar dinero a cambio de fallo, el juez Juan Carlos Campo Fernández enfrenta imputación por concusión.
En una operación conjunta, autoridades detuvieron al juez Juan Carlos Campo Fernández en Bucaramanga por presunta corrupción. Campo Fernández es investigado por solicitar sobornos para influenciar fallos judiciales en casos de extinción de dominio.
Según la Fiscalía, el juez habría pedido 600 millones de pesos a cambio de emitir un fallo favorable. Las investigaciones revelan encuentros y llamadas con abogados y propietarios de bienes afectados por sus decisiones.
El proceso judicial señala que Campo Fernández acordó recibir un adelanto de 50 millones antes de emitir el fallo y el resto al beneficiar a los implicados. Sin embargo, el juez argumentó que necesitaba la radicación de una solicitud de control de legalidad para proceder.
La fiscalía lo acusó de concusión, aunque el juez no aceptó los cargos. En una decisión controvertida, se le concedió la medida de casa por cárcel en su residencia, generando críticas y cuestionamientos en el ámbito judicial y público.
El caso resalta la importancia de la transparencia en el sistema judicial y la necesidad de medidas efectivas contra la corrupción en todas sus formas.
