
Estados Unidos genera controversia al considerarla «no vinculante», desencadenando discusiones diplomáticas y legales en el Consejo de Seguridad.
La abstención de Estados Unidos en la reciente votación sobre una resolución de alto el fuego en Gaza, provocó un intenso debate en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) al considerarla «no vinculante», una postura que ha generado reacciones tanto de aliados como de expertos en derecho internacional.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, y el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, han afirmado que la resolución 2728, que busca un alto el fuego inmediato en Gaza, no tendría impacto legal en Israel ni en su relación con Hamás. Esta interpretación ha desatado una discusión fundamental sobre la naturaleza vinculante de las resoluciones del Consejo de Seguridad.
Según expertos legales y representantes diplomáticos de varios países, incluyendo Mozambique y Sierra Leona, la resolución es vinculante de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas y la jurisprudencia internacional. La opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de 1971 establece que todas las decisiones del Consejo de Seguridad son obligatorias para los Estados miembros.
Además de las implicaciones legales, la postura de Estados Unidos ha sido vista como una estrategia política para evitar compromisos más fuertes o sanciones contra Israel. Richard Gowan, experto en asuntos de la ONU, destaca que la resolución, aunque importante como señal diplomática, carece de mecanismos efectivos de implementación.
La polémica en la ONU refleja tensiones geopolíticas y jurídicas más amplias, mientras continúa el conflicto en Gaza y se buscan soluciones diplomáticas y humanitarias. La interpretación de la «vinculatividad» de las resoluciones del Consejo de Seguridad sigue siendo objeto de debate y análisis en el ámbito internacional.