Se trata de un hombre que fue reportado como ‘baja en combate’ por parte de unidades
militares y de la Policía Nacional, en enero de 1991.





La Fiscalía General de la Nación realizó el acto de entrega digna de los restos de Luis Hernando
Ojeda García, una de las víctimas de la denominada masacre de ‘Las Palmeras’, ocurrida en
Mocoa (Putumayo), en enero de 1991.
Durante la diligencia, una comitiva conformada por fiscales de la Dirección Especializada
contra las Violaciones a los Derechos Humanos, investigadores del CTI y expertos en genética,
antropología y búsqueda de personas desaparecidas, explicaron con detalle a los familiares
las actividades investigativas y el protocolo científico que se siguieron para lograr la plena
identificación de su ser querido.
El 12 julio de 2023, fue exhumado un cuerpo en el cementerio central de Mocoa. Durante algo
más de seis meses los peritos forenses realizaron los cotejos de rigor para establecer la
identidad de los restos hallados. Finalmente, establecieron que correspondían a un hombre
que hace 33 años fue apodado como ‘Moisés’, pero que en realidad respondía al nombre de
Luis Hernando Ojeda García.
Esta persona había sido retenida junto a otros pobladores por unidades militares y de la Policía
Nacional, el 23 de enero de 1991, en la vereda Las Palmeras, en zona rural de Mocoa. Las
evidencias obtenidas indican que los uniformados trasladaron a los civiles a una escuela rural
y les dispararon indiscriminadamente causándoles la muerte. Posteriormente, los vistieron
con uniformes camuflados y los presentaron como ‘bajas en combate’.
En su momento, uno de los muertos fue reportado en los informes operacionales con el alias
de ‘Moisés’ y sepultado sin que quedara registro sobre la ubicación del cuerpo. Ahora, luego
del trabajo realizado por el equipo de fiscales, investigadores y peritos especializados se
concluye que se trata del señor Ojeda García.
De esta manera, se da cumplimiento a una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos que condenó al Estado colombiano por el actuar desproporcionado de la fuerza
pública, en lo que se conoció como la masacre de ‘Las Palmeras’.