La Semana Santa no es como era hace muchos años, anteriormente esta época tenía otras características, en tiempos pasados los colombianos escuchaban con mucha devoción el sermón de las Siete Palabras, los feligreses de las distintas parroquias oraban y visitaban monumentos en los templos.
No se puede negar que los tiempos para la celebración de la Semana Santa han cambiado, porque ahora muchos prefieren viajar y divertirse teniendo en cuenta que las actividades laborales y educativas se suspenden.
Aquellos sermones solemnes que atiborraban las iglesias o mantenían pendiente a los oyentes de las radioemisoras y en especial de la Cadena Radial La Libertad, son cosa del pasado, lo de la oración subsiste según la devoción de cada cual, cada vez despierta menos interés la otrora rigurosa visita al sitio de los denominados monumentos.
Sin embargo, no está demás saber que esta Semana Mayor es una conmemoración religiosa.
Así como en Navidad los villancicos y pesebres recuerdan el nacimiento del Niño Dios, los días santos pretenden recuperar la memoria de los últimos días de Jesús y se constituye en toda una invitación oportuna para que los creyentes ejerzan su fe.
Además de su intrínseco carácter religioso, es innegable que estos días también se constituyen en una oportunidad para las vacaciones es decir, una pausa en el trabajo o en el estudio.
No se puede negar que aquellas épocas ya pasaron a la historia, ahora lo tradicional consiste en aprovechar estos días santos para salir de viaje por carretera, porque la visita de museos, lugares de interés, parques, monumentos históricos o quizás la asistencia a otros eventos que incluye programaciones especiales para la Semana Santa, quedaron relegados a segundo plano.
Durante siglos, las normas católicas imponían la abstinencia en cuanto al consumo de carne todos los viernes durante la cuaresma y el ayuno en algunos casos, no obstante los nuevos tiempos obligaron a modificar esta costumbre ancestral.
Como se sabe, el 44% de la población mundial es cristiana, celebra la Semana Santa, también por estos días es la fiesta de la pascua judía, religión con más de 3.000 años y el origen del monoteísmo, el Islam que tiene 1.400 millones de fieles considera a Jesucristo como profeta de Dios y la Azora contemplado en el Corán, está completamente dedicado a la virgen María.
La Semana Santa que recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús, –aunque no se tiene la devoción de otras épocas–, es una forma de leer el signo de los tiempos en donde cambia la cultura pero no la moral, entonces su esencia radica en comprender las enseñanzas del maestro, en la construcción del reino de Dios y su justicia, como verdadera opción de felicidad de mujeres y hombres en la tierra, ante los fracasos políticos, sociales y económicos ocurridos en la historia de la humanidad.
Aquel adagio popular “ni tanto que queme el santo, ni tan poco que no lo alumbre”, hasta cierto punto tiene algo de cierto, si aceptamos que todos los extremos son dañinos, por esta razón lo mejor en estos días es compartir en familia, dar gracias a Dios, reflexionar sobre los aspectos negativos, no hacerle mal a nadie y tratar en lo posible de ayudar al prójimo.
Ya sea que viajen o decidan recogerse para ejercer la fe, deseamos a nuestros lectores una Semana Santa provechosa y sosegada.