Canciller venezolano critica pronunciamiento de Colombia sobre situación política interna.
El canciller de Venezuela, Yvan Gil, emitió una enérgica respuesta contra la Cancillería colombiana, calificando su pronunciamiento como un «acto de grosera injerencia» en los asuntos internos del país vecino.
En un comunicado difundido en sus redes sociales, Gil expresó que Colombia había cruzado una línea al emitir opiniones sobre la situación política venezolana, atribuyendo esta acción a presuntas presiones externas, mencionando que «Venezuela ha sido siempre respetuosa de los complejos procesos políticos en Colombia».
«La Cancillería colombiana había dado un paso en falso y había cometido un ‘acto de grosera injerencia en asuntos que solo le competen a los venezolanos’, según él, empujados por la necesidad de ‘complacer los designios’ del Departamento de Estado de EE.UU.», dijo Gil en su comunicado.
El pronunciamiento de Colombia se enmarca en una serie de comunicaciones conjuntas con otros países como Argentina, Costa Rica, Ecuador, entre otros, expresando preocupación por la situación electoral en Venezuela y los obstáculos para la inscripción de candidatos presidenciales.
En respuesta a estas preocupaciones, el comunicado de la Cancillería colombiana mencionó las gestiones diplomáticas realizadas para promover el cumplimiento del Acuerdo de Barbados por parte de las partes involucradas en Venezuela.
«Durante los días 23, 24 y 25 de marzo, el gobierno colombiano, en cabeza del presidente Gustavo Petro y el Ministro de Relaciones Exteriores (E), Luis Gilberto Murillo, sostuvieron comunicaciones constantes y adelantaron las gestiones necesarias a través de canales diplomáticos formales e informales para llamar a las partes en Venezuela -tanto al gobierno como a sectores de oposición agrupados en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y del movimiento Vente Venezuela- al cumplimiento irrestricto de lo establecido en el Acuerdo de Barbados.»
Este intercambio de comunicados evidencia las tensiones diplomáticas entre ambos países, mientras que Venezuela reafirma su postura de no aceptar intervenciones externas en su política interna.