[Editorial] Más seguridad en Semana Santa 

Sería de mucha importancia que ahora en esta Semana Santa los diversos estamentos de la sociedad barranquillera analicemos con detenimiento las diversas declaraciones emitidas por quienes tienen la obligación de resguardar la vida, honra y bienes de los ciudadanos, no solo como la impotencia del Estado para hacerle frente a los delincuentes, sino como una autorización para que los particulares organicen su propia defensa mediante la creación de cuerpos de seguridad privada con la finalidad de contrarrestar el auge de la delincuencia común.

En primer término se puede adelantar  que la Constitución establece que la fuerza pública estará integrada en forma exclusiva por las Fuerzas Militares y la Policía.

Esto nos hace colegir que el Estado no puede renunciar ni a la obligación de proteger la vida, honra y bienes de los colombianos, ni al monopolio de las armas, porque esto equivaldría a renunciar a la soberanía interna.

En nuestra ciudad hay sectores por donde no se puede transitar después de las seis de la tarde y donde hasta a plena luz del día causa pánico andar y no son exclusivamente los barrios más pobres, más alejados y más marginados, son sitios como el propio Paseo Bolívar, la carrera 38 con Murillo, los alrededores del Coliseo Cubierto, barrios del sur y muchas otras zonas del perímetro urbano de Barranquilla, en donde la delincuencia ha sentado sus dominios y todo el que por allí pasa después de las ocho de la noche se convierte en un objetivo de los maleantes, sin importarles que estamos en Semana Santa.

Y qué decir de los lugares en donde tradicionalmente se cometen diariamente toda clase de crímenes y hechos violentos, donde estos siguen sucediendo a pesar de ser conocidos por la Policía y otros organismos de seguridad, respecto a los cuales ciudadanía ha venido pidiendo vigilancia y protección.

Empero, hay que reconocer que las autoridades de Policía en la ciudad, están trabajando a fin de restablecer la tranquilidad de los barranquilleros, pero no deja de preocupar el hecho que a menudo se escuchen declaraciones de los altos mandos castrenses, aduciendo que uno de los inconvenientes que se presentan  para enfrentar el escalamiento del accionar de la delincuencia, está patentizado en la circunstancia de no contar con un pie de fuerza lo suficientemente indispensable, acorde con las exigencias que el problema requiere; por eso la reciente incorporación de más agentes de Policía al Comando de la Policía División Atlántico y Metropolitana, ahora en Semana Santa nos hace suponer que se siguen buscando soluciones al grave problema que nos afecta.

Este aspecto ha sido analizado con mucho detenimiento en diferentes  foros organizados para tratar  el tema de la seguridad y convivencia ciudadanas, en los cuales se ha concluido que el incremento de la inseguridad en Barranquilla tiene su origen en la presencia de un gran número de desmovilizados que se trasladaron a nuestra urbe, conformando peligrosas bandas delictivas, trayendo consigo el estado de inseguridad reinante; si eso es así, contra ellos deberán dirigirse las acciones policiales, aunque nos resistimos a creer que todos los desmovilizados radicados en Barranquilla estén involucrados en la serie de hechos que a diario tienen ocurrencia en nuestro Distrito.

Los actos delincuenciales que vienen sucediendo en Barranquilla desde hace varios meses, dejan claro que nos encontramos frente a una amenazante arremetida de la violencia, la cual se ha generalizado en todos los rincones de la capital del Atlántico de ahí que se haya incrementado el pie de fuerza en estos días de Semana Santa.