Tras varios intentos fallidos, se logra un acuerdo mayoritario para detener la guerra en Gaza y permitir la asistencia humanitaria.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha logrado un avance significativo al aprobar, con una mayoría de 14 votos a favor y una abstención de Estados Unidos, una resolución que exige un alto el fuego inmediato en la guerra de Gaza.
Esta decisión histórica llega después de cuatro intentos previos frustrados, marcando un cambio crucial en la postura internacional ante el conflicto.
La resolución, promovida por los diez miembros no permanentes del Consejo, insta a un cese de hostilidades durante el mes de ramadán, con la intención de alcanzar una tregua duradera.
También hace un llamado urgente para la liberación de todos los rehenes y resalta la necesidad apremiante de expandir la asistencia humanitaria y proteger a los civiles en la región de Gaza.
El debate sobre la resolución estuvo marcado por tensiones, incluyendo la solicitud de Rusia para añadir la palabra «permanente» al alto el fuego, lo cual no prosperó.
La aprobación de esta resolución refleja la preocupación global por la crisis en Gaza y la necesidad de acciones concretas para detener el sufrimiento humano y la destrucción en la zona.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha expresado su profunda preocupación por la situación en Gaza, comparándola con un escenario apocalíptico debido al devastador impacto en la población civil y la infraestructura.
Esta resolución representa un paso importante hacia la paz y la estabilidad en la región, aunque persisten desafíos significativos en el camino hacia una solución duradera para el conflicto palestino-israelí.
