Por: Deivis León Macías, Carlos Vilalba, María Carolina Mejía De León
A continuación, presentamos una serie de reflexiones que como futuros licenciados hacemos sobre el currículo, en el marco del análisis, al considerarlo, primeramente, una obra cautivadora, y por la otra un espacio de alegrías y esperanzas, como lo concibe el curriculista Reynaldo Mora Mora. Entonces, es menester remarcar la importancia del currículo contextualizado que refiere al campo de la educación y enfatiza su papel fundamental en el desarrollo y fortalecimiento de los sistemas educativos. Se enfatiza la fascinación de desarrollar individuos con la capacidad de pensar de forma independiente, y el plan de estudios actúa como un compañero para transformar vidas y desarrollar la autonomía de estudiantes e incluso, de los profesores. El currículo es un combustible que puede encender la llama de la creatividad, un fenómeno majestuoso, toca las fibras de los estudiantes y les transforma la vida, su proyecto de vida, influenciando a su familia de igual manera, entendiendo el contexto de ésta, un aspecto que no puede pasar por alto, porque la educación no es ajena a problemas de la sociedad que la rodea, esto es lo que la caracteriza, le da el porte diferente en cada región del planeta, pues no es lo mismo enseñar en contextos favorables para la niñez, que en contextos que no lo son, y esto es una realidad lamentable pero que convive con nosotros. El currículo es capaz de entrar en esos fenómenos sociales y transformar, rescatar vidas, en otras palabras, se le puede considerar una obra de arte, se preguntarían, quizás, ¿por qué? Puesto que puede adaptarse a diversos contextos, que, por más complejos, engorrosos, laborioso y dificultoso, es capaz de adaptarse para implementarse.
El diálogo entre docentes y estudiantados con la comunidad estudiante completa debe ser continuo y en pro del mejoramiento curricular y para esforzarse y enriquecer nuestro sistema educativo, todos debemos aportar para mejorar los contenidos de enseñanzas, adaptar las teorías pedagógicas, sugerir metodologías, el docente debe saber escuchar, para sacar de ese arte, que es la docencia, lo mejor de ella, esmerarse por el bienestar estudiantil, el currículo es una herramienta significativa, pero lastimosamente no todas las personas tienen claridad de ello, lo cual es un grave error, porque se está perdiendo impacto de este acto educativo, si la sociedad valorara más y se percatase del oficio del docente, entendería que es una gran responsabilidad, en virtud de que trabajamos con vida, trabajamos con la sociedad del mañana, porque por nuestras manos y el sendero del currículo, caminarán los ingenieros, los médicos, abogados, arquitectos, y un sin fin de profesionales que un futuro prestarán sus saberes para la sociedad, entonces el currículo debe trabajar de la mano con la familia que es el núcleo fundamental de la sociedad: un empalme entre la familia y el currículo sería un hecho formidable.
Camilo Villalba, destaca al contexto que desempeña un papel fundamental en la creación de un diseño curricular porque proporciona información relevante sobre las necesidades, características y recursos disponibles en un entorno educativo específico. A mí parecer, un currículo contextualizado es más relevante y pertinente para los estudiantes, ya que se basa en sus experiencias, conocimientos previos y entorno socio-cultural, lo que facilita la conexión entre el aprendizaje en el aula y la vida real. Siendo un pilar muy importante el papel que cumple el docente en este hermoso proceso. Además, el currículo proporciona la base para la innovación educativa al introducir nuevas metodologías de enseñanza, enfoques pedagógicos y tecnologías educativas que pueden mejorar la calidad del aprendizaje y la enseñanza, donde los estudiantes son los más beneficiados y los profesores cumplen un papel mucho más significativo.
Al incluir actividades que fomenten el pensamiento crítico, la colaboración y la originalidad, se puede cultivar un ambiente propicio para el desarrollo de la creatividad en los estudiantes. El currículo es fundamental para el desarrollo integral de las personas y para la construcción de sociedades justas, inclusivas y sostenibles. Su importancia radica en su capacidad para moldear el presente y el futuro de las comunidades y la sociedad en su conjunto. Todo esto es muy importante en nuestro contexto, donde muchas personas están con mucha falta de valores y muchas cosas que impulsa el currículo. Por ende, podemos decir que el currículo no solo transmite conocimientos académicos, sino que también moldea las actitudes, valores y perspectivas de los estudiantes, lo que lo convierte en una herramienta clave para impulsar cambios sociales positivos en la sociedad en general y en la que el niño o joven se encuentra inmerso cotidianamente.
María Carolina Mejía de León, enfatiza, anotando que el currículo es un “espacio de alegría y esperanza”, como lo indica el autor de la columna; la posición del autor es de fomentar y e incentivar el currículo como la fuente y el pilar de un claustro educativo, y así como es el currículo así es la imagen externa de las instituciones educativas, ella misma es la identidad de una institución, si el currículo es bueno, la institución es buena, pero si es malo el currículo, así mismo va ser el establecimiento educativo. Un currículo para llevarlo a cabo de la mejor manera debe tener muchos factores o ingredientes, es un pudin o un pastel para que salga bien, debe de tener los ingredientes y el tiempo exacto para que pueda salir algo bien hecho, así mismo es el currículo, donde no se puede elaborar de cualquier forma ni a la carrera, porque al llegar a los resultados no van hacer los mejores y vamos a fracasar en el intento.
En un currículo esta todo plasmado no solo lo laboral, sino lo emocional, el trato, la interacción, los valores, las metas, los objetivos y sobre todo los sueños y logros que queremos alcanzar, no solo a nivel docente, sino también al nivel estudiantado, administrativo, en pocas palabras toda la comunidad estudiantil. Esto quiere decir, que todos los miembros de una escuela están ahí incluidos, porque un currículo este hecho para la transformación de una sociedad, una sociedad donde se adentre y se fusione con su cultura, se asocie de manera ética y política en la sociedad donde se desenvuelve. Un currículo está llamado para mejorar la relación de docente y educando, está llamado a que el aprendizaje sea significativo; que ahí se vean plasmados los sueños de estudiantes y docentes para que potencialicen cada capacidad y habilidad que tengan. El currículo es la llave que destapa la caja de pandora donde idealizan y materializan sus sueños, conocen facetas y valores de ellos que no conocían, permiten que ellos instauren una autonomía, piensen y den opinión por ellos mismos, conciban su propia personalidad, y sobre todo se conozcan ellos mismos, crezcan de manera integral y crean experiencias que no se les olvidará en todo su camino escolar y universitaria.
El verdadero propósito del currículo nos lleva a participar de él, esto es motivo para que un docente se adentre en el propósito del verdadero currículo, a darle el sentido al establecimiento educativo, a fortalecerlo más, a materializar el ideal y darle el propósito a la constitución política, es la que le da vida y sentido al enseñar, es la que lo enriquece y le da color a todo el claustro educativo. Esta es la posición del docente investigador Reynaldo Mora Mora: que se fomente el crear al verdadero propósito del currículo, un currículo que contextualice, que traiga esperanza, que lleve a la creatividad, que sea capaz que los estudiantes creen su propia historia, que a la impartir la enseñanza sea de manera única para cada estudiante, sea inclusiva, sea pertinente y sea investigadora para los docentes, que descubran en cada uno de sus estudiantes sus diferentes matices, las diferentes fortalezas de cada uno; algo importante que cada educador tenga sus propios métodos de enseñanza, que tenga coherencia en el contexto sociocultural en donde está. Esta es la posición del autor, incentivar a un verdadero currículo, que transforme a los estudiantes, a que sean buenos ciudadanos, a que tengan el sentido de pertenencia por su cultura, por su comunidad, que tengan participación en cada esfera de la sociedad, que sin importar su contexto de vida o las problemáticas que tengan siempre sean entes de cambio. Todas estas son las habilidades que trae consigo el currículo que lleva a tener una relación de diálogo entre el docente y el educando, a ser críticos y poder enfrentar los desafíos de la sociedad. Todo lo anterior hace parte del Taller de Lectura y Escritura en Procesos Curriculares, actividad que se desarrolla en los programas de Licenciaturas en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad del Atlántico (I-2024).