Expertos alertan sobre riesgos energéticos y estrategias para mitigar impacto en suministro eléctrico.
El Fenómeno de El Niño ha mantenido en alerta a las autoridades y expertos del sector energético debido al preocupante descenso en los niveles de los embalses, generando alarmas sobre la disponibilidad futura de energía en el país.
Según datos actualizados de XM, el nivel de los embalses se sitúa en un 35,74%, una cifra que refleja una constante tendencia a la baja según lo indicado por Sergio Cabrales, docente de la Universidad de Los Andes. Esto representa un desafío para el sector, ya que se acerca al nivel crítico de referencia del 27%, conocido como la Senda de Referencia.
Julio César Vera, presidente de Xua Energy, explicó que aunque actualmente hay un margen de seguridad de aproximadamente seis puntos por encima del nivel de alerta, el ritmo de desembalse diario podría llevarnos al umbral crítico a finales de mes.
Ante estas preocupaciones, Adrián Correa de la Unidad de Planeación Minero Energética ha tranquilizado a la población al afirmar que, por el momento, no existe un riesgo inminente para cubrir la demanda energética del país, incluso en escenarios de propagación del Fenómeno de El Niño más intensos de lo esperado.
Es importante destacar que la ubicación específica de los embalses no determina directamente la disponibilidad de energía en una región, ya que el sistema eléctrico nacional distribuye la energía de manera uniforme. Así lo señaló Camila Orbegozo de Corficolombiana, subrayando que las generadoras térmicas respaldan la generación nacional en su totalidad, no solo a nivel local.
Los bajos niveles también afectan a hidroeléctricas importantes como Guavio, Ituango, Chivor y Sogamoso, todas con registros inferiores al 30%, lo que resalta la necesidad de estrategias para mitigar el impacto del bajo nivel de los embalses en la generación eléctrica.
En este contexto, la generación térmica con gas, carbón e incluso líquidos ha cobrado relevancia al representar actualmente el 38,5% de la generación diaria del país. Aunque esta opción es más costosa, asegura un suministro estable de energía para el país y evita posibles limitaciones en el futuro.