En un mundo donde las decisiones sobre la maternidad se vuelven cada vez más flexibles, la congelación de óvulos emerge como una técnica de reproducción asistida que ofrece a las mujeres la oportunidad de preservar su fertilidad para un futuro embarazo.
Este proceso, que implica la extracción y congelación de óvulos a una temperatura extremadamente baja, ha ganado popularidad tanto por razones personales como médicas.
Las razones para considerar la congelación de óvulos son diversas y pueden incluir la decisión de posponer la maternidad, así como también motivos médicos. Por ejemplo, aquellas mujeres que enfrentan tratamientos que pueden impactar su fertilidad, como la quimioterapia o la radioterapia, o que tienen antecedentes médicos que podrían afectar su capacidad reproductiva, encuentran en esta técnica una opción valiosa.
De acuerdo con el doctor Carlos Sarria, infectólogo de Profamilia Fertilidad, la edad ideal para congelar óvulos se sitúa antes de los 35 años, ya que la fertilidad de la mujer tiende a disminuir significativamente debido a la disminución en la cantidad y calidad de óvulos disponibles.
De igual forma detalla que es un procedimiento seguro, que no genera una incapacidad mayor a 3 días.
El proceso de congelación de óvulos incluye la estimulación ovárica, la punción folicular para extraer los óvulos, su identificación y clasificación en laboratorio. Finalmente llega la congelación utilizando la técnica de vitrificación.
La tasa de éxito del procedimiento varía según la edad de la mujer, siendo más exitoso en pacientes más jóvenes.
“La congelación de óvulos se presenta como una opción viable para aquellas mujeres que desean planificar su maternidad de manera flexible y asegurarse la posibilidad de concebir en el futuro”, puntualizó el experto.
Finalmente, recordó que es fundamental que las interesadas se informen adecuadamente y busquen atención en centros especializados con profesionales cualificados para garantizar un proceso exitoso y seguro.