El hecho de saber que muchas mujeres son maltratadas físicamente por algún miembro de su familia o de un particular cercano, que con mucha frecuencia una mujer es víctima de acceso carnal violento, también por un integrante de su familia y que del total de casos de violencia intrafamiliar la mayoría de mujeres son las afectadas, resulta por decir lo menos preocupante.
La espeluznante cifra de mujeres que han sido víctimas de la violencia intrafamiliar en los últimos cuatro meses, protagonizada por sus propios compañeros permanentes, deja en el ambiente la necesidad urgente de la intervención de las autoridades competentes para ponerle freno a este flagelo que se ha incrementado durante los últimos meses, no solamente en Barranquilla y el Atlántico sino en el resto del país.
Un minucioso estudio sobre violencia intrafamiliar realizado por la Unidad Investigativa de LA LIBERTAD, se encontró que el 76 por ciento de las agresiones son protagonizadas por personas cercanas a la víctima.
Recientemente se dio a conocer un estudio que consideramos revestido de la mayor seriedad, el cual da cuenta de la difícil situación de violencia que afrontan muchas mujeres de Barranquilla, el Atlántico y Colombia, como también la vulneración de su derecho al acceso a la justicia, tal como lo hemos publicado en nuestr medio.
Un minucioso sondeo estableció así mismo que no todas las mujeres agredidas físicamente y de palabras, denuncian ante las autoridades competentes y como complemento de esto, el problema evidenciado en las cifras es prácticamente ignorado por la justicia.
Este es un hecho que igualmente debería poner en pie de lucha a las fuerzas vivas de nuestra sociedad, para detener ese otro peligroso flagelo, que se ha entronizado con unas estadísticas que representan un peligro latente para muchas mujeres en Barranquilla y quienes se quejan porque presentan las denuncias, pero son poco atendidas.
La violencia de la cual en forma permanente son víctimas muchas mujeres en nuestra ciudad, prende las alarmas al evidenciarse la vulnerabilidad de las mujeres barranquilleras, frente a las más diversas formas de maltrato.
Aunque en los diagnósticos queda claro que hacen falta estadísticas y registros en muchas entidades, las cifras consolidadas son suficientes para comprender la magnitud del problema.
A eso hay que sumarle la falta de programas y políticas gubernamentales que posibiliten analizar la situación y diseñar estrategias para propender por el respeto de los derechos de las mujeres.
Son muchos los foros en los que se ha tratado el tema de la eliminación de la violencia contra la mujer, en el marco de algunos de estos la Procuraduría General de la Nación ha reiterado su llamado a las entidades públicas y privadas, y a la sociedad en general para unir esfuerzos en la construcción de un país, que ofrezca una verdadera equidad e inclusión de la mujer en todos los aspectos.
El Gobierno nacional ha reiterado que se está luchando contra este tipo de violencia y para ello existen entidades que trabajan a favor de las mujeres como es el caso de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer y últimamente el Ministerio de la Igualdad, creado precisamente para erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres en Colombia.
Esperamos que la participación del Ministerio Público en tan grave problema, no sea flor de un día.