Sí a la Asamblea Nacional Constituyente

CARLOS CAICEDO OMAR

Por Carlos Caicedo Omar
Líder Fuerza Ciudadana

Comparto el llamado del presidente Gustavo Petro de una Constituyente, defendemos esta necesidad desde el 2016. Urge superar la inmovilidad institucional en la que estamos, debido a la resistencia de una élite enquistada que solo permite cambios cosméticos para que nada cambia en favor de las mayorías.

Debemos acordar un nuevo modelo de desarrollo para el país que supere la pobreza, la escandalosa desigualdad y le abra paso a la modernidad, el progreso y la justicia social para todos.

Colombia urge de una Constituyente para:

1- Definir una nueva organización territorial alrededor del Federalismo que supere el centralismo asfixiante y empobrecedor, e impulse la autonomía de las regiones.

Garantizar la justicia social para enfrentar la pobreza, con la adopción del mínimo vital para toda la población en los servicios públicos esenciales, prestados por el Estado, de agua, aseo, energía, gas e Internet, con aumento de subsidios para los estratos 1, 2 y 3.

CARLOS CAICEDO OMAR

Una reforma a la educación para su calidad y pertinencia, con gratuidad universal desde el preescolar hasta la universidad en pregrados y posgrados, el fortalecimiento de las actuales universidades públicas y la creación de nuevas para más cupos, así como fondos para el emprendimiento de los recién graduados

Reformar la Salud pública hacia un sistema preventivo y humano con modernización de hospitales públicos territoriales, y la dignificación del personal sanitario. La adopción de un programa de vivienda nueva con amplios subsidios y créditos para resolver los déficits cualitativos y cuantitativos. Una reforma laboral con renta básica al desempleo, formalización laboral e ingresos dignos, y un sistema público de cuidados y pensiones.

2- Elevar al mismo nivel la propiedad privada y la cooperativa con apoyo a las MIPYMES y la economía solidaria, cooperativa y popular, para generar formalización, riqueza y empleo, así como la adopción de un modelo planificado y de liderazgo del Estado en la economía, impulsando el turismo, la agricultura, soportado en una adecuada reforma agraria integral, el apoyo a la industria nacional con innovación, y el establecimiento de impuestos a las grandes fortunas, con políticas monetarias que privilegien el empleo, con autonomía del Banco de la República.

3- Facultar la renegociación la deuda externa a mejores tasas y plazos para liberar recursos para inversión en infraestructura de trasporte y la revisión de los tratados de libre comercio para fortalecer la industria, producción y el empleo nacional; así como abolir las exenciones tributarias a los bancos. Nacionalizar los recursos naturales no renovables, impulsar una economía menos dependiente de los hidrocarburos y renegociar la explotación de los mismos. Y establecer un modelo de redistribución de la riqueza con fondos de compensación.

4- Reformas institucionales para la creación de una nueva Rama del Poder Popular que extienda la participación a la ciudadanía. Una reforma al sistema de partidos y la financiación de campañas. Una reforma a la justicia que la rescate del manoseo de la corrupción del narcotráfico y la instrumentalización política. Reorganizar las FFAA y la Policía. Elevar a rango constitucional los acuerdos de paz para evitar incumplimientos que estimulan la guerra a beneficio de ciertos sectores del país.

Si existiera la voluntad política en el Congreso allí se podrían hacer las reformas, pero ninguna reforma trascendente se ha aprobado en los 30 años pasados, como sí se hizo en la etapa de la Constituyente del 91.

La única forma de lograr cambios que nos hagan dar un salto hacia el futuro es con un pueblo empoderado, luego de una amplia campaña pedagógica impulsada en todos las municipios y ciudades del país.

¡El camino es la Constituyente!