En medio de reportes que indican que el Ejército israelí irrumpió en el hospital al-Shifa de la ciudad de Gaza en busca de combatientes de Hamás, el Secretario General de la ONU, António Guterres, aseguró que «los palestinos en Gaza están soportando niveles espantosos de hambre y sufrimiento».
Guterres señaló que «se trata del mayor número de personas que se enfrentan al hambre catastrófica jamás registrado por el sistema de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria, en cualquier lugar y en cualquier momento. Es un desastre totalmente provocado por el hombre, y el informe deja claro que puede detenerse».
El titular de la ONU indicó que eso demuestra la necesidad de un alto el fuego humanitario inmediato e hizo un llamamiento a las autoridades israelíes para que garanticen el acceso completo y sin restricciones de los bienes humanitarios en toda Gaza y para que la comunidad internacional apoye plenamente nuestros esfuerzos humanitarios.
Por su parte, el máximo responsable de derechos humanos en la ONU, Volker Türk, advirtió «la situación de hambre, inanición y hambrunaes consecuencia de las enormes restricciones impuestas por Israel a la entrada y distribución de ayuda humanitaria y bienes comerciales, del desplazamiento de la mayor parte de la población, así como de la destrucción de infraestructuras civiles vitales».
Türk sostuvo que las restricciones permanentes a la entrada de ayuda a Gaza, junto con la manera en la que conduce las hostilidades desde hace más de cinco meses, sometiendo a la población entera a un castigo colectivo, constituyen métodos que pueden calificarse de «crimen de guerra».
Sostuvo que, si se están viendo episodios de caos y desorden civil, es porque la desesperación es inmensa, a tal punto que las familias están recurriendo a la decisión extrema de enviar a solos y a pie los niños que todavía están en el norte de Gaza hacia el sur, con la esperanza de que allí encuentren algo de comer y ayuda.
En el sur hay más de 1,8 millones de personas desplazadas y que también están sufriendo de hambre, aunque la hambruna y muertes por inanición están ocurriendo de manera más extendida en el sector norte de la Franja, que fue el primero blanco de los ataques de Israel y de donde la gran mayoría de la población ha huido.
Türk recordó que, ya antes de la guerra, Israel mantuvo bloqueada la Franja de Gaza durante 16 años, periodo en el cual se violaron los derechos humanos de la población, se diezmó el tejido económico y se hizo dependientes a los gazatíes de la ayuda externa.
El alto comisionado volvió a insistir en que Israel, como potencia ocupante, está en la obligación de garantizar el aprovisionamiento de alimentos y atención médica a la altura de las necesidades de la población, así como de facilitar el trabajo de las organizaciones humanitarias.
Por su parte, el comisionado general de la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA) advirtió que «la mitad de la población ha agotado completamente sus reservas de alimentos y su capacidad para hacer frente a la situación. Están luchando contra el hambre catastrófica y la inanición”, dijo, añadiendo que los niños están muriendo de deshidratación y hambre, según alertó el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
En comparación con el último análisis de la Clasificación hecho en diciembre, el hambre en la Franja de Gaza se ha «agravado y ampliado», alcanzando su nivel más alto con un 79% más de gazatíes susceptibles de ver empeorar su situación a un nivel catastrófico desde mediados de febrero a mediados de marzo, y se espera que un 92% más lo haga de aquí a julio.
«Si no se toman medidas para cesar las hostilidades y proporcionar un mayor acceso a la ayuda humanitaria, la hambruna es inminente», aseguró la directora general adjunta de la FAO, Beth Bechdol. «Podría estar ocurriendo ya. Se necesita acceso inmediato para facilitar la entrega de ayuda urgente y crítica a gran escala», puntualizó.
El informe señala que prácticamente todos los hogares de Gaza se saltan las comidas todos los días. Los adultos han reducido sus comidas para que los niños puedan comer. «En las gobernaciones del norte, en casi dos tercios de los hogares, la gente pasó días y noches enteros sin comer al menos 10 veces en los últimos 30 días», señaló la FAO, añadiendo que esa área, uno de cada tres niños menores de dos años está gravemente desnutrido.
La situación se produce tras los reiterados llamamientos internacionales para que haya un alto el fuego y la liberación de todos los rehenes tomados durante los atentados tdirigidos por Hamás en Israel el 7 de octubre, en los que murieron unas 1200 personas.