Conflictos políticos amenazan trámite de reforma a la salud en el Senado colombiano

Foto: captura de pantalla.

La tensión política en torno al trámite de la reforma a la salud en el Senado de la República colombiano ha alcanzado un punto crítico, evidenciado por la cancelación de un desayuno convocado por el presidente Gustavo Petro con senadores de la Comisión Séptima, destinado a discutir detalles del proyecto.

La ausencia mayoritaria de los congresistas, especialmente aquellos que firmaron la ponencia de archivo del proyecto, señala un panorama complicado para su aprobación en tercer debate.

Además de las tensiones internas en los partidos políticos, se vislumbra una «guerra de recusaciones» para declarar impedidos a ciertos congresistas y así reducir el quórum necesario para la aprobación. Los primeros senadores recusados fueron Alirio Barrera y Honorio Henríquez del Centro Democrático, debido a financiamientos de conglomerados relacionados con entidades de salud.

Las tensiones también afectan al senador Ferney Silva del Pacto Histórico, quien enfrenta señalamientos por una donación de campaña proveniente del actual ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo. Silva ha negado tener conflicto de interés, afirmando que el proyecto no busca beneficiar al ministro.

Estos conflictos deberán ser evaluados por la Comisión de Ética del Senado para determinar la validez de las recusaciones y su impacto en el debate sobre la reforma a la salud.

Senadores insisten en convocar debate crucial sobre reforma a la salud en el Senado

En medio de intensas discusiones y posturas definidas, senadores de la Comisión Séptima del Senado han reiterado su solicitud para que la mesa directiva convoque con prontitud el debate sobre la reforma a la salud, con el objetivo de llevar a votación y así confirmar el hundimiento del proyecto.

El senador José Alfredo Marín enfatizó la determinación de todos los legisladores en mantener esta posición. «Es una decisión que vamos a mantener, reflejando el sentir mayoritario de los colombianos, quienes no desean que esta reforma sea aprobada», destacó.

«Ya hemos agotado todos los procesos, el tiempo límite ha pasado y lo que buscamos es llevarlo a votación en la Comisión Séptima y archivar esta reforma que consideramos perjudicial para el país», agregó.

Por otro lado, la senadora Lorena Ríos subrayó que el paso siguiente es convocar la votación del proyecto, comenzando con la ponencia negativa que cuenta con el respaldo mayoritario.

«Debemos convocar el debate conforme a la Ley 5ª, donde existen dos ponencias, una positiva y otra negativa, siendo esta última la que debe discutirse primero, según lo establece la ley, aunque existan ponencias alternativas», explicó Ríos, quien además es vicepresidenta de la Comisión Séptima.

A pesar de los posibles impedimentos y recusaciones presentados contra algunos legisladores, Ríos aseguró que estos no deben obstaculizar el desarrollo del debate sobre la reforma a la salud, enfatizando la necesidad de avanzar en este proceso clave para el país.