El presidente Gustavo Petro plantea una reforma profunda de las instituciones colombianas. En su pasado el jefe de Estado, quien estuvo involucrado en la asamblea constituyente que dio origen a la actual Constitución, ha generado sorpresa al proponer esta medida.
En medio de un discurso en Puerto Resistencia, Gustavo Petro, presidente de Colombia, reavivó el debate político al proponer una Asamblea Nacional Constituyente como medida para superar los obstáculos que según él enfrenta su gobierno para implementar reformas.
Esta propuesta ha generado un intenso debate en el país, especialmente entre los sectores políticos y la ciudadanía que desconoce en gran medida este mecanismo constitucional.
¿Qué es una Asamblea Nacional Constituyente?
La memoria histórica del país nos lleva al momento en que este organismo fue establecido por última vez para modificar la Constitución Política de 1886, la cual fue reemplazada por la Constitución de 1991. Dentro de este marco legal se especifica cómo se puede llevar a cabo una reforma:
En el artículo 374 se estipula que la Constitución Política puede ser reformada por el Congreso de la República, por una Asamblea Constituyente o por el pueblo mediante referendo.
Por otro lado, el artículo 376 precisa que, a través de una ley aprobada por la mayoría de los miembros de ambas cámaras, el Congreso puede facultar al pueblo para decidir en votación si convoca una Asamblea. «Se entenderá que el pueblo convoca la Asamblea, si así lo aprueba, cuando menos, una tercera parte de los integrantes del censo electoral».
Este mismo artículo menciona que la Asamblea debe ser elegida por el voto de los ciudadanos en un acto electoral que no coincida con otro. «A partir de la elección quedará en suspenso la facultad ordinaria del Congreso para reformar la Constitución durante el término señalado para que la Asamblea cumpla sus funciones. La Asamblea adoptará su propio reglamento».
¿Cómo se tramita una Asamblea Nacional Constituyente?

Esta iniciativa requiere el consenso entre diversos sectores sociales y debe obtener la aprobación tanto del Congreso de la República como de al menos una tercera parte de los colombianos inscritos en el censo electoral, el cual actualmente se sitúa cerca de los 39 millones de personas, según datos de la Registraduría Nacional en octubre del 2023. Esto implica la necesidad de alcanzar aproximadamente 13 millones de votos afirmativos para que la propuesta avance.
De acuerdo con el artículo 374, la reforma constitucional puede ser realizada por el Congreso, a través de una asamblea constituyente o mediante un referendo.
En el primer escenario, el Senado de la República y la Cámara de Representantes deben aprobar una ley para convocar a elecciones donde los ciudadanos votarán la convocatoria. Posteriormente, la Asamblea será elegida directamente por los ciudadanos en un proceso electoral independiente de otros comicios.
Para que la Asamblea sea convocada, es necesario el aval de una tercera parte de los ciudadanos inscritos en el censo electoral. Si los ciudadanos respaldan la conformación de la asamblea, se procederá a una nueva convocatoria para definir las personas que ocuparán los escaños, previamente establecidos por el Congreso de la República.
Es fundamental destacar que la aprobación de la reforma constitucional se lleva a cabo mediante un referendo, donde la ciudadanía emite su voto para ratificar o rechazar los cambios propuestos a la Constitución.
La trayectoria de Gustavo Petro en relación a las asambleas constituyentes en Colombia
Durante los años noventa, tras abandonar las armas y su militancia en el M-19 en un proceso de paz, Gustavo Petro y otros líderes participaron en la asamblea convocada durante la presidencia de César Gaviria, la cual culminó en la redacción de la actual Constitución Política de Colombia.
En esa época, Antonio Navarro Wolff, también exmiembro del M-19 y actual integrante del partido Alianza Verde, desempeñó un papel destacado al ser uno de los tres presidentes de dicha asamblea constituyente, mientras que los otros dos, Horacio Serpa y Álvaro Gómez, lamentablemente ya fallecieron.
Resulta llamativo para muchos ciudadanos y sectores políticos el compromiso previo de Gustavo Petro durante su campaña, donde se comprometió públicamente y firmó documentos en piedra, incluyendo la promesa de no convocar a una Asamblea Constituyente, lo que genera debate y cuestionamientos sobre su actual propuesta.

“No convocaré a una asamblea constituyente”, decía el segundo punto de los acuerdos asumidos por el jefe de Estado.
En medio del debate público, se discuten las posibles transformaciones institucionales que una Asamblea Nacional Constituyente podría impulsar en Colombia, destacando la necesidad de un análisis profundo y un diálogo amplio entre los actores políticos y la sociedad civil para determinar su viabilidad y conveniencia en el actual escenario nacional. ¿Será que Petro logra gestarla?