Casos penales pendientes podrían influir en el panorama electoral de EE.UU., según expertos.
El expresidente Donald Trump ha optado por una estrategia legal para dilatar los procesos en su contra, evitando así enfrentar juicios cruciales antes de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.
En el estado de Nueva York, Trump enfrenta acusaciones relacionadas con pagos a la actriz Stormy Daniels durante su campaña electoral en 2016. Aunque el juicio debía comenzar pronto, se ha pospuesto debido a nuevas evidencias presentadas por la defensa del exmandatario.
En Georgia, Trump está implicado en acusaciones de formar parte de una organización delictiva para alterar los resultados electorales de 2020 en ese estado. La renuncia del fiscal especial del caso y las disputas legales han contribuido a retrasar este proceso.
En Florida, el expresidente enfrenta cargos por retención de documentos oficiales, descubiertos en su residencia de Mar-a-Lago. A pesar de intentos de archivar el caso, el juicio está programado para mayo.
Finalmente, el caso más notorio es el relacionado con el asalto al Capitolio en enero de 2021, donde Trump está acusado de obstrucción y conspiración. La defensa ha argumentado inmunidad presidencial, un tema que el Tribunal Supremo debe resolver antes del juicio.
Expertos legales señalan que estos retrasos podrían beneficiar a Trump, evitando así enfrentar consecuencias legales significativas durante la campaña electoral.
