Encuentro secreto en residencia del ministro de Justicia genera controversia en medio de la turbulenta elección de la nueva fiscal general.
En una revelación que sacude el panorama político nacional, se ha descubierto un encuentro clandestino entre el presidente Gustavo Petro y la fiscal encargada Martha Mancera, llevado a cabo en la residencia del ministro de Justicia, Néstor Osuna.
Este acontecimiento se produce en medio de una coyuntura marcada por la agitada elección de la nueva fiscal general y la sorpresiva renuncia de la candidata favorita del mandatario.
La noche del miércoles 6 de marzo, en el exclusivo barrio Rosales, se presenció un despliegue inusual de seguridad con la llegada de convoyes de vehículos blindados, que asombraron a los vecinos de la zona.
Dos caravanas de escoltas, las más nutridas del país, convergieron hacia un edificio ya custodiado por ser la residencia del ministro de Justicia, Néstor Osuna.
Testigos reportaron la llegada del presidente Gustavo Petro, acompañado por la directora de Dapre, Laura Sarabia, así como de la fiscal encargada Martha Mancera y el vicefiscal Hernando Toro.
Este encuentro, que sorprendió a muchos debido a los enfrentamientos públicos previos entre Petro y Mancera, se llevó a cabo en medio de un clima de tensión política exacerbada por acusaciones mutuas.
La reunión, que tuvo lugar en el estudio del apartamento de Osuna, se prolongó por aproximadamente 40 minutos, mientras que los anfitriones, Sarabia y Toro, permanecieron en la sala.
Dicha sesión clandestina cobra mayor relevancia al ocurrir en vísperas de una votación crucial en la Corte Suprema para elegir a la nueva fiscal general, en la que la favorita inicial, Amelia Pérez, perdió apoyo y Luz Adriana Camargo tomó protagonismo.
Los detalles de la conversación entre Petro y Mancera permanecen en el misterio, alimentando especulaciones sobre posibles influencias en el proceso de selección de la nueva fiscal. La polémica se intensifica con la reacción airada del hasta hace poco jefe de la fiscalía, Francisco Barbosa, quien calificó el encuentro como una traición y un «pacto con el diablo».
La confirmación del encuentro por parte del ministro de Justicia, Néstor Osuna, ha avivado el debate sobre la transparencia y la independencia del proceso de elección de la fiscal general.
Este episodio, que ha generado interrogantes sobre su posible influencia en el desenlace de la elección en la Corte Suprema, evidencia las tensiones y los intereses en juego en el ámbito judicial y político del país.
*Fuente: con información de un completo reportaje de la Revista Cambio.