Marzo 15, 44 A.C. Cae asesinado Julio César: ¿Los Idus de Marzo?

Los Idus de Marzo y lo que dicen los historiadores.

Cuenta Plutarco: Antes de entrar, Artemidoro de Cnido, un filósofo, le entregó una carta en la que le avisaba de la conjura, pero César no la leyó. También se cruzó con Espurina, el augur que había tratado en vano de prevenirle.
Cuenta Plutarco: Antes de entrar, Artemidoro de Cnido, un filósofo, le entregó una carta en la que le avisaba de la conjura, pero César no la leyó. También se cruzó con Espurina, el augur que había tratado en vano de prevenirle.

El 15 de marzo del año 44 A.C, fue asesinado Julio César, en ese momento el dueño absoluto de la República Romana y del Mediterráneo, pero que había desatado las iras de la población y del Senado, negándose a aceptar los honores que se le ofrecían. Había nacido el 12 de julio de 100.A.C.

Cuenta el historiador Plutarco que el pueblo le había ofrecido ser rey, pues se decía que los Partos, que eran los grandes enemigos de Roma, habrían hecho circular el rumor de sólo se rendirían ante un ejército mandado por un monarca o emperador. César rechazó tal denominación y pidió que su título solo fuera su nombre: César.

Esto, desde luego, incomodó a la población que odiaba al Senado.

El Senado entonces, también le ofreció honores que fueron rechazados de igual manera, lo que fue narrado así por Plutarco:

-Habiéndosele decretado en el Senado nuevos y excesivos honores, sucedió que se hallaba sentado en los Rostros, que era el lugar donde se daba audiencia, y dirigiéndose a él los cónsules y los pretores, a los que siguió todo el Senado, no se levantó, sino que, como quien da audiencia a los particulares, les respondió que los honores que le estaban concedidos más necesitaban de reducción que de aumento. Este suceso no solamente desagradó al Senado, sino también al pueblo, que en el Senado miraba despreciada la república-dice 

Fue entonces cuando comenzó a hablarse de la predicción del vidente sobre los Idus de marzo, o del sueño premonitorio  de su esposa Calpurnia, pero lo cierto de todo es que la conspiración para matarlo ya estaba en marcha.

Según Plutarco, En este estado, vuelven los más los ojos hacía Marco Bruto, que por parte de padre parecía ser de aquel linaje, y por parte de madre, del de los Servilios, casa también muy principal, y que era al mismo tiempo yerno y sobrino de Catón. 

Entraba en escena, Marco Junio Bruto de quien llegó a decirse que no era hijo adoptivo sino engendrado por el propio Julio César 

Fue entonces cuando Tito Vestricio Espurina -que no era un adivino cómo dicen, sino un senador- le hizo la advertencia de que tuviera mucho cuidado con los Idus de Marzo. Estos Idus eran los 15 primeros días de los meses marzo, mayo, julio y octubre y los 13 de los restantes. Eran signos favorables, de buen augurio, pero según Espurina, le traerían males a César.

Los historiadores cuentan que Calpurnia, esposa de César, soñó que una estatua del mandatario sangraba y que los romanos, se lavaban las manos con el liquido que manaba de las heridas del monumento. Por ello, le pidió tener cuidado.

-Sólo se debe temer al miedo- le contestó César.

 Un año después de la muerte de Julio César, su hijo Marco Junio Bruto  hizo acuñar monedas para conmemorar el hecho
Un año después de la muerte de Julio César, su hijo Marco Junio Bruto hizo acuñar monedas para conmemorar el hecho

Hoy, todas estas predicciones y presagios, son interpretados por los historiadores como que todos sabían de la conjura urdida contra él y trataban de advertirle, incluso minutos antes de que hiciera su entrada fatal al recinto.

Cuenta Plutarco: Antes de entrar, Artemidoro de Cnido, un filósofo, le entregó una carta en la que le avisaba de la conjura, pero César no la leyó. También se cruzó con Espurina, el augur que había tratado en vano de prevenirle.
Cuentan que César al ver a Espurina, intentó burlarse de él por su predicción acerca de los Idus de Marzo:
-Ya han llegado los Idus de Marzo y nada malo ocurrió- le dijo

-Sí, en efecto, han llegado pero no han pasado- fue la respuesta del senador.

Pero a pesar de que César había rechazado varias veces la posibilidad de convertirse en rey. era lo que aterraba al Senado. Eso y sus amores con Cleopatra, acrecentaron el odio hacia él y así lo describe el portal Canal de Historia (https://canalhistoria.es/)

No todos veían a Julio César con buenos ojos. Muchos eran los que creían que se convertiría en un rey tirano y que, influido por Cleopatra, establecería Alejandría como nueva capital.

Conocedor del odio que despertaba y de las confabulaciones que existían en torno a él, siempre rechazó ser rey. Sin embargo, pronto se extendió el rumor de que aceptaría el cargo.

Para que esto no sucediera, un grupo de personas, entre los que se encontraba su hijo adoptivo Bruto, lo asesinó en el Senado en los idus de marzo del 44 a.C. Fue aquí donde Julio César pronunció la famosa frase “¡Tú también, Bruto, hijo mío!”…

Fuente: Pepe Comenta.