POR: LINA M. GARCÍA FABRA Y DIEGO GONZÁLEZ BELTRÁN
El autor de las tribunas pedagógicas (La Libertad, febrero 19 y 26 de 2024: El currículo, una obra cautivadora y El currículo: un espacio de alegrías y esperanzas) plantea que el currículo es un pilar fundamental del sistema educativo, ya que, con el se potencia el impacto de la formación integral y se fomenta la formación de personas capaces de pensar por sí mismos y de desarrollar su capacidad crítica, se busca que a los estudiantes se les otorgue la libre expresión y se desarrollen aun mas sus habilidades y destrezas. Por lo cual se considera que el currículo transforma la vida de los estudiantes, haciendo que fortalezcan su autonomía, se potencia el libre desarrollo de la personalidad, lo cual les permite a los docentes conocer más a fondo los intereses de sus estudiantes, saber cosas de sus vidas que los ayuden a fortalecer más el vínculo maestro-estudiante.
El currículo ha sido un gran apoyo para el sistema educativo, ya que facilita posibilidades formativas como representaciones constitucionales, ha enriquecido al sistema educativo ofreciéndole dimensiones de significados de la narrativa de la constitución política y del código educativo. El currículo enriquece la vida escolar, estimula la creatividad ayudando a los estudiantes a construir sus propias historias de vida, esa creatividad les sirve como habilidad curricular para interpretar y plasmar los contenidos de enseñanza de una manera única y personal, el currículo también tiene como propósito enriquecer la experiencia de los docentes que a la vez enriquece la práctica pedagógica, lo cual lo lleva a crear su propio estilo de enseñanza que se encamine a la innovación y no a lo tradicional.
El contexto es esencial para el diseño curricular, ya que, se puede formar al estudiante para que tenga la capacidad de enfrentarse a la sociedad, que no le de miedo hacerlo, se cuenta con la ventaja de que el currículo se adapta a diferentes contextos, lo que hace versátil la construcción curricular en donde se implementan nuevas ideas, nuevos estilos de enseñanza, enfoques y narrativas. El estudiante debe desarrollar habilidades para la resolución de problemas tanto en el ámbito educativo como en la vida cotidiana.
El autor se posiciona en que el currículo es esencial en el sistema educativo, ya que, lo complementa y lo enriquece, se puede considerar esto como si habláramos de lo importante del oxígeno en nuestras vidas, así es la importancia del currículo en el ámbito educativo, tanto para estudiantes como para docentes. Se busca ver el currículo como un espacio donde prevalece la alegría y la esperanza teniendo como objetivo la formación de buenos ciudadanos, al hablar del currículo como alegría se hace referencia al ambiente del aula de clase, un ambiente que debe ser agradable tanto para estudiantes y docentes, y al hablar de esperanza se refiere a la esperanza de un mejor futuro para la sociedad, ya que se están formando buenos ciudadanos. De ahí la importancia de integrar el contexto en el currículo, abordando temas y problemas de la vida cotidiana, lo cual les sirve a los estudiantes para desarrollar habilidades críticas, y de ahí la formación de un buen ciudadano que se necesita que se ha crítico y autónomo, que no le dé miedo de expresar sus opiniones.
Diego de Jesús González Beltrán, anota que abordar El currículo como un espacio de alegrías y esperanzas. Bien a consistir en una reestructuración del currículo educativo, enfocándose en la necesidad de una formación integral que vaya más allá de la mera acumulación de conocimientos. Destaca la importancia de vincular la educación con la vida cotidiana y abordar temas locales y problemas sociales relevantes, utilizando un lenguaje accesible que despierte emociones y sentimientos en los estudiantes; además, critica el modelo actual de enseñanza, que percibe como vacío y desconectado de la realidad, y aboga por un enfoque más centrado en el desarrollo de habilidades críticas y reflexivas. Señala que el nuevo currículo debe permitir que tanto docentes como estudiantes amplíen sus conocimientos a través de experiencias vividas y situaciones del entorno; asimismo, resalta la importancia del papel de la familia en el proceso educativo, ya que un ambiente familiar sólido contribuye significativamente a crear un entorno propicio para el aprendizaje en la sociedad estudiantil.
Creo que la propuesta del autor de reestructurar el currículo educativo es fundamental en un momento en el que nos enfrentamos a desafíos y cambios constantes en la sociedad. Es evidente que el modelo tradicional de enseñanza, centrado principalmente en la transmisión de conocimientos teóricos, ya no es suficiente para preparar a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo actual. En este sentido, creo que es crucial que el currículo se adapte para enfocarse en el desarrollo integral de los estudiantes, no solo en el aspecto académico, sino también en el desarrollo de habilidades socioemocionales, pensamiento crítico, creatividad y resolución de problemas. Estas habilidades son esenciales para que los estudiantes puedan adaptarse a un mundo en constante cambio y contribuir de manera significativa a la sociedad; además, estoy de acuerdo en que la educación debe estar más conectada con la realidad y los problemas locales. Al abordar temas relevantes para la comunidad, los estudiantes pueden ver la aplicación práctica de lo que están aprendiendo y desarrollar un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia su entorno. En cuanto al papel de la familia, creo que su participación activa en el proceso educativo es fundamental. La familia no solo proporciona un apoyo emocional y afectivo crucial para el desarrollo de los estudiantes, sino que también puede complementar y enriquecer la educación formal a través de actividades y experiencias en el hogar.
Este texto hace parte de los Talleres de Lectura y Escritura en Procesos Curriculares que se desarrollan en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad del Atlántico con estudiantes de licenciaturas para favorecer estas habilidades de aprehensión del campo curricular (I-2024).